A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

domingo, 10 de septiembre de 2017

UN TICKET DE CAFE PUEDE MANDAR PRESO A TIMERMAN


Por Daniel Santoro
Gracias a un pedido de reembolso de un café, el fiscal federal Gerardo Pollicita descubrió una segunda reunión secreta del ex canciller Héctor Timerman con su colega iraní Ali Akbar Salehi para negociar el Memorándum de entendimiento por la AMIA. Hasta ahora se conocía la primera cumbre secreta en Aleppo, Siria, en enero del 2011 que reveló el fallecido periodista Pepe Eliaschev y fue denostado por Timerman, quien hasta ahora solo aceptó las reuniones oficiales, a partir del 2013, en Suiza. En la contabilidad de la Cancillería, Pollicita encontró que el secretario personal del canciller de Cristina Kirchner, José Mercado, pidió la restitución de 70,09 pesos argentinos por “consumo bar hotel cller iraní” del 23 de enero del 2013 en el hotel Marriott de Zurich.
El 3 de enero de ese año hubo una reunión oficial entre la Argentina e Irán. Pero días más tarde, Timerman “junto a sus hombres de mayor confianza, Luciano Tanto Clement y José Alberto Mercado, emprendió una nueva gira que tuvo como primer destino la ciudad de Caracas –Venezuela- y que culminó en la ciudad de Zúrich”. Siempre se sospechó que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hizo de mediador entre la Argentina e Irán.
Pero el 23 de enero de 2013, Timerman “se reunió de manera secreta con su par iraní, Ali Akbar Salehi, para ultimar definitivamente el texto final y las cláusulas del Memorando de Entendimiento que firmarían la semana siguiente en Etiopía, y que permitiera materializar el instrumento legal necesario para llevar adelante el encubrimiento de los imputados de nacionalidad iraní sindicados por la justicia argentina como responsables del atentado a la sede de la AMIA”. El encuentro entre los ex cancilleres “se acredita -destacó Pollicita- con la rendición de viáticos aportada al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación por José Alberto Mercado, en la cual obra unticket del Hotel Marriott Zúrich con la aclaración manuscrita que reza“consumo bar hotel cller iraní”.
Así Timerman, apenas volvió de Zurich, se volvió a reunir en secreto con Cristina para “recibir de la mandataria las instrucciones pertinentes a fin de continuar en las negociaciones espurias con las autoridades iraníes”. En la diplomacia es habitual las reuniones secretas, como pasó por ejemplo en los noventa para la restauración de las relaciones con Gran Bretaña luego de la guerra de las Malvinas, pero quedan registros secretos en la Cancillería para luego escribir la historia. En este caso no quedó ningún documento reservado porque, sospecha el fiscal, se quería encubrir y no dejar rastros de un acuerdo de palabra para levantar las alertas rojas de Interpol que pesan sobre los cinco iraníes acusados de ser los autores intelectuales del antentado contra la AMIA de 1994.

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