A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 30 de marzo de 2012

A MEDIO SIGLO DEL DERROCAMIENTO DE FRONDIZI



Estaba cerca de los 50 años cuando el proceso desatado tras la caída de Perón lo llevó a ocupar la presidencia de la Nación desde el 1º de mayo de 1958 hasta el 29 de marzo de 1962. Frondizi había sido un diputado de reconocida actuación en las filas radicales, entre 1946 y 1952. También fue presidente de la Unión Cívica Radical y protagonista central en la división de su partido en 1957. Los correligionarios que lo que seguían y que proclamaban su candidatura a la Presidencia formaron la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), que se aproximó al peronismo. Un año después y hasta 1962, Frondizi presidió un gobierno de transformaciones profundas, en medio de fuertes tensiones internas.
Fue derrocado por los mismos sectores militares que se habían levantado a sangre y fuego contra el peronismo en 1955. Cuando llegó al gobierno era flaco, tenía nariz en gancho y usaba lentes de carey que resolvían con escasos rasgos la labor de los dibujantes políticos de la época. Brindaba un trato cálido y, al mismo tiempo, formal. El entonces presidente había nacido en Paso de los Libres, Corrientes, el 28 de octubre de 1908 y pronunciaba palabras que dejaron en la memoria la sonoridad de su tono provinciano.Por ejemplo, el término "desarrollo".
No fue tan fácil comprenderlo en aquella Argentina cuyos problemas provenientes de la era peronista habían sido notoriamente agravados por la llamada Revolución Libertadora. Incluso no era fácil comprenderlo a partir de sus propios cambios: nada en 1958 quedaba del político antiperonista que había sido hasta la caída de Perón. Como un río de fuerza incontenible, la proscripción del peronismo había generado la victoria de los votos en blanco en las elecciones constituyentes de 1957, primera radiografía de un capítulo que, en primer término, exigía la interpretación correcta de esa voluntad.
Es lo que hizo Frondizi, el hombre que emergió en el país de los odios con un mensaje de unidad y de cambios estructurales.
La juventud, el mundo intelectual de la época y amplios sectores de la izquierda acompañaron su candidatura al frente de la fórmula de la UCRI, que compartía con Alejandro Gómez, que renunciaría a la vicepresidencia (hecho aún no esclarecido) poco después de asumir. En las elecciones del 23 de febrero, Frondizi había obtenido el 49 por ciento de los votos contra el 29 por ciento logrado por la fórmula Ricardo Balbín- Santiago Del Castillo, de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), un binomio que tenía palpables preferencias por parte del gobierno de Aramburu y Rojas. El triunfo de Frondizi, con los votos del peronismo -los votos en blanco habían bajado a sólo el 8 por ciento-, sacudió profundamente al régimen, al punto de ponerse en riesgo la transferencia del gobierno. Frondizi fue la puerta de un canal distinto. No fue su gobierno producto de una logia secreta sino en buena medida el resultado de una auténtica forja de ideas que tuvo su propia expresión periodística: la revista "Qué sucedió en 7 días". En sus páginas, desde el número de 58 de su reaparición el 23 de noviembre de 1955 (había sido cerrada por el peronismo en 1948) marcó el rumbo de lo que todavía no había comenzado. En ese mismo número, cuya tapa en lugar de estar destinada a Aramburu, que acababa de sacar a Lonardi, fue para los gremialistas peronistas Andrés Framini y Luis Natalini, presenta a Frondizi en la línea de afirmación de los principios populares de Hipólito Yrigoyen.
Poco tiempo después -el 6 de enero de 1956- Frondizi conoció a Rogelio Frigerio, que todavía no aparecía como director de la revista, en la casa de una amiga de ambos, Delia Machinandiarena de Jaramillo. En esa relación se asentaría la clave de un gobierno que haría de la explotación de los recursos naturales estratégicos y de la promoción de las industrias básicas -comenzando por el acero- parte central de su modelo económico.
Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche y José María Rivera, entre otros, se sumaron al elenco de pensadores comprometidos con lo que se llamaba entonces "el campo nacional" en el plano de las ideas. "Mientras dure nuestro gobierno, en la Argentina nadie será perseguido por sus ideas, ni por su actuación política o gremial", dijo Frondizi en su discurso de asunción del 1º de mayo de 1958 ante la Asamblea Legislativa. Amnistía, aumento general de salarios, nueva política en hidrocarburos (autoabastecimiento petrolero), leyes de asociaciones profesionales y de radicación de capitales externos fueron parte de sus primeras medidas, además del resonante proyecto de privatización de la enseñanza universitaria.
Poco después comenzaría la larga serie de planteos militares, proveniente de los sectores más reaccionarios y antiperonistas, que condicionarían la marcha del gobierno y obligarían a replanteos tácticos (como la designación en 1959 de Alvaro Alsogaray en el Ministerio de Economía). Pero estos replanteos no detendrían a Frondizi. Por caso, en 1961, cumplió el compromiso de devolver la CGT a los trabajadores. Las huelgas fueron su flagelo social como la de los obreros del frigorífico Lisandro de la Torre, en 1959, reprimida por el Ejército y la de los ferroviarios (1961), que paralizaron virtualmente los servicios durante más de 40 días.
El llamado Plan de Conmoción Interna del Estado (Conintes) y la sanción de una ley contra el terrorismo fueron producto de esos tiempos. El 18 de marzo de 1962, en elecciones parlamentarias y de gobernadores, el peronismo triunfó en 11 de los 18 distritos en disputa, lo cual precipitó la caída de Frondizi, once días después. Antes colaboró a su propia sucesión al posibilitar que José María Guido -y no un general- ocupase el gobierno en su condición de presidente provisional del Senado. La Argentina que dejaba tenía un nivel de inversiones superior en los sectores básicos al mejor alcanzado durante el peronismo.
El país se autoabastecía de petróleo y por los miles de kilómetros de nuevos caminos circulaban los vehículos de la industria automotriz nacida en esos años. Con su caída, los militares golpistas terminarían luego envueltos en su propia crisis.
También se registraba un hecho que adquiriría años más tarde una escala espeluznante: desaparecía el obrero metalúrgico Felipe Vallese, el primero de la serie. Luego de permanecer detenido 16 meses, en 1963, Frondizi retomó la actividad política mediante una nueva agrupación: el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), que aún existe.

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