A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 18 de abril de 2012

HOY ME ACORDÉ DE NICOLINO

La tapa de El Grafico de la pelea  con   Pruitt


Por Roberto Vozza

A mediados de la década del 70' y con la inminencia de prestar servicios en el ejercito, Buenos Aires me envolvia de asombros, como buen provinciano, por su modernidad y misterios. Haber estado por primer vez en las canchas de River y de Boca, me faltaba aún por conocer el mítico Luna Park y ser testigo de ese fervor que causaba en el publico porteño aquel mendocino de incipiente calvicie llamado Nicolino Locche, el maestro de la defensa en el boxeo, como pocos, con pasos chaplinescos dentro del cuadrilatero que desairó a los rivales que le tocó enfrentar. Eran tan instintivos sus reflejos que no podian pegarle. Claro, la pregunta que se formulaba todo el mundo era... ¡¡¿ que pasaría si Locche tuviera el cincuenta por ciento de la potencia de los golpes de Monzón?!!
El amigo que me llevó al Luna me advirtió...” la tarea de Nicolino es para el asombro pero que indefectiblemente será una repetición a lo largo de los diez rounds y terminará aburriendote”. No se equivocó, porque así ocurrió fue frente al norteamericano Adolf Pruitt. Pero sin dudas asistí a un verdadero show ofrecido por aquel inolvidable pugilista cuyano de la mano de un gran hacedor de campeones como don Paco Bermudez proveniente de una Mendoza que dejó para la historia otros grandes pugilistas exhibidores de una calificada depuración del arte del boxeo.
En sus comienzos en el escenario de Bouchard y Corrientes, Nico no fue muy aceptado por el público porteño por su estilo frio para combatir. Pero cuando los especialistas señalaron sus virtudes del arte de pegar y de "no dejarse pegar", sus adictos se multiplicaron para consagrarlo como idolo y convertirse en una figura excepcional en la historia del pugilismo mundial como lo demostró ante otros campeones del mundo con los que se midió antes de su consagración final.
El camino de Locche hacia la conquista del maximo cetro en la division de los liviano juniors consecuentemente estaba abierto. Tito Lectuore, cuyo merito fue poner en el mapa del pugilismo internacional a muchos argentinos, logró que se acepte el desafio ante el campeón mundial de la división, el hawaiano Paul Fuji en la lejana Tokio, donde una treintena de años atrás y luego de largas y dificultosas gestiones, Pascualito Pérez, otro mendocino,trajo la primera corona ecuménica para la Argentina.
Aquella noche, desde el pais oriental y con los oidos puestos en la radio Osvaldo Caffarelli, encargado de la narración decia... “hola amigos... llueve en Tokio”... palabras que preludiaban una jornada de gloria para el boxeo nacional.
Horas antes, en el hotel, el ilustre Cacho Fontana repasaba las tandas publicitarias para esa transmision que tenia alternativas... un texto a decir si Locche era campeón y otro en caso de que su desafio terminara en un reves.
Nicolino se acercó al inolvidable locutor, tomó el que hacia referencia llegado el caso de su derrota y lo destruyó convirtiendolo en pedacitos.
Con esa “áurea” de convencimiento, llegó el momento de la pelea y asalto tras asalto, Locche realizó la mejor performance de su carrera ante Fuji... Fueron tantos sus directos de izquierda que el hawaiano con el ojo derecho cerrado y sus desordenados arrestos por golpear a su rival tan vanos, que terminó por pedirle al rincón que no queria seguir.
Fue el momento de la euforia en aquella lluviosa noche de Tokio. Argentina sumaba su tercer campeón mundial en la historia del boxeo con el “Intocable” Nicolino Locche, que sumaba para el deporte nacional una de sus mas consagradas conquistas en el dificil y sacrificado deporte de los puños.


No hay comentarios:

Publicar un comentario