A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 20 de julio de 2012

EL DELANTAL DE LA ABUELA




¡Se acuerdan del delantal de la abuela?. La principal función del delantal de la abuela era proteger el  que estaba debajo, pero además servía de agarradera para retirar la sartén  del fuego. Era una maravilla secando las lágrimas de los niños, y en ciertas ocasiones, limpiando sus caritas sucias.
El delantal servía para transportar desde el gallinero los huevos, los pollitos que necesitaban terapia intensiva y a veces, los huevos golpeados que terminaban en tortillas. Cuando llegaban visitas, el delantal de la abuela servía de refugio a los niños tímidos y cuando hacía frío, la abuela se envolvía los brazos en él.
Aquel viejo delantal, agitado sobre el fuego, oficiaba de fuelle.
Y él era el que cargaba con las papas y la leña hasta la cocina.
Servía también de canasto para llevar las verduras desde la huerta.
Después de usarse en la cosecha de las arvejas, le tocaba el turno con los repollos.Con él se recogían los frutos que caían de los árboles al terminar el verano.
Cuando alguien llegaba inesperadamente, era sorprendente la rapidez con que el viejo delantal podía sacar el polvo de los muebles.
Cuando se acercaba la hora de comer, la abuela salía a la puerta y agitaba el delantal, y entonces los hombres que estaban en los campos comprendían de inmediato que el almuerzo estaba listo.
La abuela también lo usaba para colocar en la ventana la torta recién sacada del horno, para que se enfriara.
Actualmente, por el contrario, la nieta coloca la tarta en el mismo lugar, pero para que se descongele.
Pasarán largos años antes de que alguien invente un objeto que pueda reemplazar aquel viejo delantal que tantas funciones cumplía…

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