A FALTA DE PELADO, BUENO SON LOS GORDITOS

Por Francisco Perejil

La presidenta de Argentina ha vuelto a pronunciar hoy un discurso en cadena nacional, es decir, con la sintonización obligada de todas las emisoras de radio y televisión del país. No faltaron los aplausos de entrada, los cánticos de los jóvenes peronistas coreando "Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la puta madre que lo parió...". Y después llegaron las alusiones de costumbre a la situación económica de España, que se podrían resumir en una frase. España va mal y Argentina va bien. Varios medios nacionales se hicieron eco de estas palabras:

Hoy me pegué un susto bárbaro a la mañana, porque yo recibo, además de todos los diarios locales, EL PAÍS de España, que como ustedes saben es el diario más importante de la madre patria, con casi dos millones de lectores. Y miren lo que era tapa [portada]... la traje para mostrárselas porque seguramente ustedes no la vieron: “La UE pone bajo tutela a España”, miren al pelado ese...

El pelado ese viene siendo el calvo este, el ministro de Economía español, Luis de Guindos. Y la foto era ésta:

Ustedes saben que la Unión Europea ha intervenido el Banco Central. Y ahí está el pelado con el dedo señalando... Y a mí me trajo unos recuerdos que casi me amargan el desayuno, me quedé con la tostada atragantada, porque realmente me hizo acordar épocas y políticas, fundamentalmente en este caso intervención. Y curiosamente leí en otro diario local que se retaceaba soberanía a España, en otro diario muy tradicional, doctrina o tribuna de doctrina, no sé cómo es, de la nación argentina. Y me llamó la atención que lo vieran como un retaceo de soberanía cuando se lo hacían a los españoles y que sin embargo aplaudieron cuando venían a la Argentina los virreyes del Fondo Monetario a decirnos las cosas que teníamos que hacer o nos señalaban con el dedo. Creo que puede ser un adelanto importante en la visión de los problemas de la economía mundial.

Solo fue una alusión cariñosa la del pelado, nada más.Y pretendía aludir a las semejanzas físicas y políticas con el ex ministro de Economía Domingo Cavallo en los Gobiernos del peronista Carlos Menem y el conservador de la Unión Civíca Radical Fernando de la Rúa, gran adalid de las privatizaciones y otras medidas neoliberales; y también calvo, como se puede apreciar en esta foto facilitada por una lectora de El Sur:

Vale. No hay que dejarse atrás nunca una pequeña dosis de  humor. Pero, ¿se imaginan a un jefe de Estado de cualquier nación refiriéndose al supuesto líder de La Cámpora, el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner, como el gordito ese, por ejemplo?

Sin embargo, creo que lo más sobresaliente del discurso vino minutos después. Imagínense la escena: la presidenta de todos los 40 millones de argentinos lee el domingo un artículo en un periódico que no pretende nombrar, pero que todo el mundo sabe que es Clarín. Lee una entrevista con un argentino, un supuesto empleado de una inmobiliaria. No le gusta lo que acaba de leer y va y llama al máximo responsable de la AFIP, la Administración Federal de Ingresos Públicos; o sea: el fisco, el equivalente a la Hacienda española. Y entonces, la presidenta de los 40 millones de argentinos, va, agarra el teléfono y le pide al jefe de los inspectores fiscales que investiguen las cuentas de ese argentino que habló el domingo en la página 10 del diario innombrable. Y tres días después, la presidenta de los... etcétera, va y confiesa que ha investigado las cuentas de ese argentino y resulta que puede ser un evasor de impuestos; de paso se mete con su aspecto físico y dice que tiene cara de que no tiene nada que hacer, revela el nombre del empresario para quien trabaja, aunque asegura que no pretendía hacerlo y, finalmente, lo equipara con el calvo español prepotente que aparece señalando en una foto con el dedo. Eso mismo acaba de ocurrir por estos pagos del Sur. Con ustedes, la presidenta de los cuarenta millones de argentinos: 

Y la verdad que el domingo leyendo un diario que ya se imaginarán cuál es, hablaba de tres historias de la desaceleración de la economía y en una aparecía un señor de una inmobiliaria, lo pueden buscar en el diario que todos ustedes conocen del día domingo, page ten, página 10, donde una conocida inmobiliaria que no voy a decir el nombre decía que no le entraba nadie, que antes hacían 15 o 20 contratos por día y que a raíz de las decisiones del Banco Central en materia del dólar ahora ya no entraba nadie. Aparte un señor con cara, pobre, de que no tiene nada que hacer y la verdad es que me interesé porque digo a ver si le impactó mal, cómo viene esta mano si este hombre venía tan bien. Esta firma no presentaba declaraciones juradas de ganancias desde el año 2007. Lo llamé al señor Echegaray que es el titular de la AFIP [Administración Federal de Ingresos Públicos, como ya hemos dicho], porque las inmobiliarias tienen un sistema de alertas en la AFIP, hay una banda. Si vos facturás por encima de la banda o por debajo de esta banda salta una alerta en la AFIP y te hacen una inspección integral para ver qué está pasando. Me llama la atención, que este señor, aparte el que aparecía como empleado no era empleado de Saldaña, era socio –dije el nombre, no debería  haberlo dicho, no importa- y bueno, resulta ser que este señor que estaba muy desanimado y decía que hacían 15 o 20 operaciones por mes, no tiene declaración jurada de ganancias ni de ningún tipo desde el año 2007, con lo cual hay algún problema. O mintió en el diario o le mintió a la AFIP.Yo espero que le haya mentido al diario porque normalmente tiene menores consecuencias decir una estupidez en un diario que no declarar los impuestos, por lo menos en la República Argentina mientras yo sea presidenta. Es una inmobiliaria bastante conocida pero la verdad que no tiene declaraciones juradas desde el año 97 [antes dijo 2007]. A veces uno se siente medio idiota cuando pagamos impuestos y damos cuenta de todos y cada uno de nuestros actos, y muchas veces a los miembros de la clase política desde la clase empresarial se nos señala con el dedito [alusión al pelado ese]. Me parece que muchas veces el dedito debería girar en este sentido, porque hay toda una cuestión deliberada de desacreditar a la política.

Uno había oído a pequeños empresarios y a escritores decir que no querían hacer declaraciones en contra del Gobierno porque le iban a echar encima a la AFIP, como si se tratara de un animal que actuase por venganza, por resentimiento o por emociones mal controladas, en vez de un ente serio y transparente que no discrimina entre amigos ni enemigos. Si el empleado o empresario de marras es un evasor, buen trabajo entonces de la presidenta. Y que apeche el otro con las consecuencias. Pero estaría bien demostrar el mismo celo profesional con quienes halagan constantemente a la presidenta.