Hay violadores, asesinos, que caminan por la calle haciéndole pito catalán a la Justicia. Y la Justicia lo deja. Son delincuentes condenados, pero como no están firmes por la bendita Cámara de Casación, están libres, con todo el peligro que representan para la ciudadania.
Antes un delincuente era condenado en un Juicio Oral y salia esposado de los Tribunales, rumbo a la cárcel. No había tu tía. Hoy ya no es lo mismo. Los asesinos y violadores en la calle y los honestos tras las rejas de su casa.
En este mundo al revés que es hoy la Argentina K y montonera, los únicos que no tienen ese privilegio que da la Cámara de Casación son los militares y policías. Ayer se leyeron en el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata las sentencias a integrantes de las Fuerzas de Seguridad y militares acusados de delitos de lesa humanidad en el denominado "circuito represivo Mar del Plata-Necochea". Hubo penas de perpetua hasta cinco años y algunos absueltos.
Entre los condenados tengo un amigo policía de 80 años, con notorios problemas de salud que entre otras cosas le impiden caminar con normalidad. Fue sentado en el banquillo de los acusados por el solo hecho de haber sido jefe de una dependencia policial. El y el restante de los acusados no tuvieron el privilegio de la famosa Cámara de Casación. Del Tribunal en calle Luro derecho al hospital de la Cárcel de Ezeiza, en el caso de mi amigo, sin tiempo para despedirse de su esposa e hija. Pero mas allá de Casación no era que los mayores de 70 les corresponde arresto domiciliario?
Esa es la Justicia argentina, la sin venda en los ojos y la balanza inclinada. La que dice que los crímenes de militares son de lesa humanidad y la de los montoneros no. La que esta a favor de los malandras y no de los honestos. Cambalache, ni mas ni menos.
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