No hubo ningún aumento en los gastos de electricidad"
(De Roberto Baratta, subsecretario del Ministerio de Planificación.)
El hombre se levantó temprano y vio la boleta del servicio de luz amenazándolo desde el piso, junto a la puerta. Pudo haberla dejado para más tarde, pero se convenció de que las malas noticias hay que recibirlas de golpe. Y la recibió nomás. La factura costaba ciento por ciento más. ¿La razón? El "factor de estabilización".
"No hubo ningún aumento. Si prefieren pagar el prorrateo por bimestre, lo pueden solicitar", explicó Roberto Baratta, subsecretario del Ministerio de Planificación.
La cuestión, mal que nos pese, ya no se ciñe a un problema de costos, sino de interpretación. No estamos entendiendo el florido y adaptable lenguaje de técnicos y políticos.
"Factor de estabilización" vendría a ser similar a la "sintonía fina" de la Presidenta cuando en realidad habla de ajuste. Los eufemismos son como sofismas demagógicos: te digo lo que no te gusta para que no lo entiendas y te parezca menos grave.
El aumento también pasó a ser "movilidad tarifaria"; la inflación, "reacomodamiento de precios"; las guerras son "intervenciones militares" y el estancamiento económico, "crecimiento cero".
Se instalan nuevas jergas. Si lo sabremos los argentinos, fatigados de escuchar que los asesinatos son producto de la "sensación de inseguridad"; que volver a forzar la Constitución se dice "Cristina eterna"; que cumplir con los mandatos es una "alternancia boba", o que la gente no tiene hambre, sino "necesidades básicas insatisfechas".
Nunca hubo cepo cambiario, sino "control de divisas"; el queso no está caro, sino que es un "producto premium", y cuando los funcionarios se otorgan un aumento dicen que lo que hicieron fue "quitar el tope" de sus salarios. Al todo vale lo llamamos "vamos por todo"; a meter la mano en la lata, "diferencia administrativa"; al saqueo, "acción desestabilizadora de profesionales del caos", y al techo de chapa y al tanque de agua, "soluciones habitacionales". El viento viene "de frente" si hay que justificar el desmanejo, y "de cola", cuando nos empuja la suerte. Las muertes por imprevisión de los gobiernos son "efectos colaterales" y a los países que no salen de perdedores se los llama "en vía de progreso" o "emergentes".
Los bolsones de pobreza son "asentamientos irregulares", los que revuelven la basura porque no tienen cómo mantenerse son "recuperadores urbanos" y la limosna es "subsidio". Eufemismos, tabúes o la nueva jerga de la mentira.
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