En la zona de Chacabuco al 100, entre Güemes y Sarmiento, a tan solo dos cuadras del microcentro bandeño, todos hablan de la mujer de blanco, luego de conocer el relato del remisero Diego Verón en un amplio informe que publicó ayer EL LIBERAL.
Pero el misterio va sumando elementos. Luego de este incidente, ayer vecinos del lugar revelaron a este medio la existencia de extraños rituales que se realizan en la zona, los que estarían asociados con prácticas esotéricas.
“Una mañana encontré en el umbral de la puerta de mi negocio y en el de mi casa sal gruesa regada en el piso. Después, también encontré sobre calle Sarmiento algo parecido a una torta de pochoclos junto con cosas dulces, parecido a lo que dicen que hace la gente que practica macumbas y cosas así”, dijo una vecina de calle Chacabuco, quien prefirió no revelar su identidad, entre temerosa y sorprendida por todo lo que está sucediendo en el barrio.
La noticia de la aparición de una “mujer de blanco” en este lugar ubicado a metros de la entrada principal del estadio Vicente Rosales del Club Ciclista Olímpico generó una fuerte conmoción en la ciudad, pero más aún en quienes viven en esta zona.
Según el relato del remisero, el encuentro se produjo alrededor de las 2.30 de la madrugada del jueves, cuando iba con dos pasajeros, una chica y un muchacho de entre 20 y 25 años, a quienes había recogido cerca de la plaza Belgrano y tenían como destino la esquina de Sarmiento y Chacabuco.
A una cuadra de llegar a destino se encontraron con la extraña figura, con “un vestido blanco brillante, de una tela fina que llamó la atención”, según confió ayer Verón.
Tras superar el susto, la pareja tomó una fotografía con un celular y luego salieron rápidamente del lugar, cuando la persona que estaba de espaldas giró para mirarlos.
“A los chicos los dejé en Sarmiento, casi Ameghino. Ellos me pasaron la foto a mi celular. No sé si vivían por ahí o en otro lugar. Se bajaron y se fueron. Cómo será el miedo que tenía que ni siquiera les cobré viaje”, agregó el remisero.
Testimonios
Ayer, un recorrido de EL LIBERAL por la zona, permitió obtener datos que sumaron misterio a esta historia. A menos de 50 metros de la vereda donde fue captada la imagen de la figura vestida de blanco se encuentra una carnicería, propiedad de Manuel Cuevas, quien trabaja en este mismo lugar desde hace más de veinte años y que, pese a su escepticismo, confesó haber pasado por situaciones extrañas.
“Yo no creo en este tipo de cosas, ni le doy ninguna importancia, pero lo que sí puedo asegurar es que hace un tiempo encontré en un cantero, en la vereda de mi negocio, cuatro velas rojas. Después encontré cabellos largos junto a la puerta, como de una mujer, que podrían haber sido traídos hasta ahí por un perro, pero uno también se pone a pensar que podría ser otra cosa”, dijo el comerciante.
Como él, otros vecinos de esta parte del centro de la ciudad conocen de los rumores que “siempre han existido” sobre apariciones fantasmales o prácticas extrañas de personas que se mueven en la oscuridad de la noche.
“Yo vivo hace mucho tiempo en el barrio, y nunca vimos nada, pero siempre se comenta que hay cosas en el barrio. Ahora que me entero de esto me da un poco de preocupación”, dijo Reyna de Ordóñez.
También cerca del lugar se encuentra otro local comercial, cuya propietaria reveló que hace poco más de un año encontró huellas de lo que parecía ser algún tipo de ritual oscuro.
“Era sal gruesa en la puerta del negocio y también en la puerta de mi casa. Nunca supimos quien podría haber hecho algo así”, dijo.
Muy cerca de este lugar, sobre calle Sarmiento, también aparecieron restos de lo que habría sido una suerte de ofrenda, como las que suelen aparecer en rutas y cementerios, con pochocolo, frutas trozadas y dulces.
En este sector del centro todos hablan de la mujer de blanco, algunos lo toman como un juego de bromistas, otros como un hecho extraño, pero lo cierto es que en todos se percibe cierta preocupación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario