A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 24 de abril de 2013

HACE 30 AÑOS DEBUTABA EN RIVER EL ENORME ENZO




Por Joaquin Finat
Las imágenes televisivas mostraban a un futbolista desgarbado pero muy atlético que hacía goles a rolete en Uruguay. Con la camiseta de Wanderers los hacía de cabeza, de chilena, de pelota parada. A ese flaco le faltaban kilos pero le sobraban recursos a la hora de enfrentar a los arqueros. Fue entonces cuando River, que no atravesaba un buen momento deportivo ni institucional, decidió romper el chanchito y lo contrató. Apostó todas sus fichas por Enzo Francescoli.

El Flaco llegó al país el viernes 22 de abril de 1983 y se presentó en la cancha auxiliar del Monumental para su primer entrenamiento. Tras la fotos de rigor, trabajó y escuchó las indicaciones del técnico José Varacka. "No soy el salvador", dijo en una de sus primeras entrevistas. Ese mismo domingo le tocó debutar. Ante Huracán y en el mismísimo Monumental, por el torneo Nacional.

Salió a la cancha con la 10 en la espalda y los hinchas le regalaron su primer "Uruguayo, Uruguayo" de los miles que vendrían con el tiempo. A la hora de jugar, Enzo mostró pincelazos de su talento. Participó en la acción del único gol. Un pase suyo tenía como destinatario a su compatriota Bica, pero el defensor Marcelo Bottari se llevó la pelota por delante y la metió en su propio arco. Luego, el árbitro Carlos Espósito le anuló un gol por posición adelantada. Y, sobre el final, casi grita su primer gol pero el palo le dijo que no. En definitiva, Francescoli conformó en su debut e invitó a la ilusión. 

Pero no muchos se podían imaginar que lo mejor estaba por llegar. Al año siguiente fue el goleador del Metropolitano con 24 conquistas. Y ya en 1985, con el Bambino Veira en el banco, deleitó con su fútbol exquisito. Armó una sociedad increíble con Claudio Morresi, se volvió a consagrar como máximo anotador (25), River ganó el campeonato 1985/6 y la hinchada lo adoptó como el nuevo ídolo. Pero se fue a Europa, a tutearse con los mejores. 

Cuando volvió, en 1994, desplegó toda su sabiduría. Fue líder y referente. Obtuvo la Copa Libertadores que tanto había soñado y cinco títulos más. Fueron 237 encuentros con la banda roja pegada a su piel y 136 goles de todos los colores. Fue, en definitiva, el fútbol en su máxima expresión. 

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