A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 15 de abril de 2013

LA VUELTA AL MUNDO EN 100 BESOS



La idea de celebrar el día internacional del beso surgió en Gran Bretaña, en el siglo XIX. Cada vez más países se suman en esta cruzada amorosa. El fotógrafo argentino Ignacio Lehmann eligió hacer un tributo a los besos recorriendo el mundo en busca de ellos: en mediados del año pasado inauguró en Nueva York su proyecto 100 World Kisses. Desde entonces lleva casi 700 besos fotografiados en varias ciudades del mundo: Nueva York, Londres, París, Berlín, México, Barcelona y Buenos Aires. Su idea es continuar en Cuba, Japón, Rusia e Italia.
En esta entrevista con LA NACION sintetiza su idea y muestra algunas de estas fotos.
¿Cómo surgió 100 World Kisses?
El proyecto 100 World Kisses surgió hace un año cuando estaba en Nueva York. Fue algo completamente espontáneo y orgánico, no planifiqué nada. Eso es una de las cosas que mas me gusta de todo lo que está pasando. Fue un impulso de mi cuerpo. Todo fue muy natural. Esos primeros 100 besos en NYC me inspiraron a seguir cazando besos en otras ciudades del mundo. La gente comenzó a seguir el proyecto y a compartir las fotos de los besos con su amigos de Facebook y así se creció 100 World Kisses.
¿Por qué lo hacés?
Creo que estamos viviendo un mundo muy caótico, violento e injusto. Hay mucha información por todos lados que a veces nos distrae de lo que verdaderamente importa. Pienso que a través de los besos nos reencontramos con un camino más sano. Estos besos que voy fotografiando por el mundo rompen con la cotidianidad de la gente que sigue el proyecto para volver a lo que verdaderamente nos moviliza. Tarde o temprano todos le vamos a dar un lugar importante al amor. La figura del beso logra cristalizar ese acto amoroso de una forma pacífica. La gente está muy enganchada con el proyecto y eso me alienta a seguir día a día. No es nada fácil emprender algo así, pero me apasiona hacerlo. Ya llevo casi 700 besos fotografiados en varias ciudades del mundo: NYC, Londres, París, Berlín, México, Barcelona y Buenos Aires. Y mi idea es continuar en varias ciudades más. Por ejemplo me gustaría hacerlo en Cuba, Japón, Rusia, Italia y, por supuesto, me encantaría hacerlo por todas las provincias de la Argentina. Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego.
¿Cómo reacciona la gente?
Los besos son todos callejeros mientras camino y me pierdo por la ciudad. No hay una producción para cada foto. Simplemente mi cámara y yo. Eso es todo. No hay red que me ataje a mí o a los protagonistas del beso. Entonces la gente reacciona de muchas formas. Siempre es un desafío fotografiar algo tan delicado y tan íntimo como un beso en una ciudad que no conocés y que tiene otras costumbres, inclusive otro idioma.
Después de haber cazado besos por un año me ha pasado de todo. Desde reacciones violentas hasta me han invitado a un casamiento. La mayoría de las veces se genera un vínculo de buena onda con los protagonistas de los besos. Me invitan a cenar o a hospedarme en sus casas. Es increíble, conozco gente muy distinta todos los días. Tengo algunas anécdotas fuera de serie que voy a ir escribiendo de a poco en mi página de Facebook

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