Víctor Hugo Morales está nervioso por la salida de “ Converso”, el libro de Pablo Sirvén en el que se relata su vida pública zigzagueante y abundante de camouflage progresista.
Su historia profesional en Argentina arrancó enRadio El Mundo, que en 1981 estaba controlada directamente por la Armada, en plena dictadura.
Desde entonces, es famoso en el país y más allá del país. Ahora defiende al Gobierno, precisamente, con la fe de los conversos.
La situación anímica del relator de fútbol y figura comunicacional del kirchnerismo se percibe en un mail que le llegó a Sirven. La casilla de donde parte el escrito es de Fabiana Segovia, productora de VHM. Pero el mensaje comienza diciendo “ soy VH”. A partir de allí se desencadenan 22 mil caracteres (ocho carillas) con algunos párrafos ¿intimidantes? VH escribe: “¿No mirás a tu alrededor y sentís que las maldades se pueden volver en contra. Tenés personas queridas, sobrinos, madre, pareja, nada tenés cuando prevés un daño? Es raro y envidiable, me gustaría sentirme inmune a la ira de Dios”.
Según Sirven, si no es una amenaza le pega en el palo. Luis Majul, el editor de Margen Izquierdo, el sello por el que se publica Converso , cree que, desde que se enteró que iba a salir el libro , “Víctor Hugo enloqueció”. Majul no se ampara en eufemismos: “Amenazó a su autor, Pablo Sirvén, de una manera solapada, y al mismo tiempo brutal. Le habló sobre su familia, en un tono amedrentador. Lo hizo en un largo y virulento correo que Pablo tiene en su poder y que podría llevar a la Justicia”.
Hay otro mensaje similar. “ Morales se jacta de saber datos sobre el contenido del libro e incluso detalles de la presentación, lo que hace pensar que nos había pinchado nuestras cuentas. O lo que es peor: que algún servicio habría pinchado nuestras cuentas de mail”, dice Majul . Y agrega: “Otra razón que me hace pensar que Converso , sin haber aparecido, lo desequilibró es que lo primero que dijo en su programa de radio, cuando se enteró fue: ‘Quieren que me suicide, pero no lo van a conseguir’”.
Comparado con todos los apologistas del oficialismo, Víctor Hugo es el más relevante defensor oficial. Aún cuando está en decadencia. Durante su programa, Radio Continental desciende del tercer lugar al cuarto en rating; y luego, cuando Víctor Hugo deja el micrófono, la radio vuelve a subir al tercer lugar. Pero su altoparlante no sólo es radiofónico.
Sus marciales panegíricos kirchneristas se escuchan a diario también en 6,7,8 , que reproduce sus sentencias con la sistematicidad orgánica de los perros fieles a la Casa Rosada. También se lo escucha en la tanda de Fútbol para Todos . Ahora alguien con fondos está pagando una campaña de afiches en la vía pública, propagandizando una biografía, autorizada y obsecuente, que hace un asistente de él, Julián Capasso. El título es “ Victor Hugo, una historia de coherencia y convicción” . En una jugada preescolar, la presentación de la hagiografía se hará en un teatro, el 1° de mayo a las seis de la tarde; y a las 7 y media, Sirvén, Majul y Jorge Fernández Díaz presentarán el otro en la Feria del Libro. Víctor Hugo era un antikirchnerista manifiesto. Cambió súbitamente un día. El 2 de febrero de 2010 lo llamó Néstor Kirchner. Victor Hugo lo había criticado por haber comprado 2 millones de dólares, en lo que presumía era una maniobra especulativa. Kirchner le explicó que no se trataba de especulación alguna, sino de una inversión inmobiliaria. Y Víctor Hugo, asombrosamente, le creyó.
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