A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 18 de mayo de 2013

SE INYECTO ACEITE EN EL ROSTRO Y QUEDO DESFIGURADA



La adicción a las cirugías puede alcanzar extremos impensados y, sobre todo, muy peligrosos. El caso de la ex modelo coreana Hang Mioku que quedó desfigurada al inyectarse silicona y aceite de cocina aun sorprende. Su cara quedó tan deformada y llena de cicatrices que ni sus propios padres la reconocieron en un primer momento.
A los 28 años se hizo su primera cirugía plástica, en Japón. A partir de ahí, entró 20 veces al quirófano pero seguía disconforme con los resultados del bisturí. Los médicos se negaron a seguir haciéndole tratamientos y le sugirieron que su obsesión podría estar relacionada con un trastorno psicológico. Pero ella no se quedó conforme.
Al tiempo, regresó a casa en Corea, pero había cambiado tanto que sus propios padres tardaron en reconocerla. Dándose cuenta de la adicción de su hija, decidieron llevarla a un médico. Pero pronto volvió a caer en sus viejos hábitos. No hizo caso a los profesionales y ella misma se aplicó aceite de cocina y silicona en su rostro.
Este caso se conoció hace un tiempo. Incluso, su caso fue presentado en la televisión coreana, donde se invitaba a los espectadores a donar dinero para pagar su cirugía reconstructiva. Durante las primeras diez operaciones, los cirujanos retiraron 60 gramos de silicona, aceite y otras sustancias extrañas de su cara y 200 gramos de su cuello. Después de varias otras sesiones su rostro quedó muy reducido, pero lleno de cicatrices.
Una nota reciente del diario Daily Mail actualiza la situación de Hang, que hoy tiene 48 años. Aun tiene la cara desfigurada y dijo que le gustaría tener su “antiguo rostro” otra vez. Se encontra trabajando en una tienda de ropa reciclada, llamada The Beautiful Shop, y recibe ayuda del Estado.
Adicción a las cirugías, un problema creciente
Muchas mujeres se sienten impulsadas a pasar por un quirófano para cambiarse sus cuerpos, “sacarse años” o para verse “más lindas”. Lo preocupante es que aumentan los casos de mujeres que lo hacen en exceso y llegan a someterse a más de 15 cirugías estéticas. “Son mujeres, que generalmente tienen entre 40 y 60 años. Llegan al consultorio sin saber bien qué buscan. Es típico que digan: ‘Vengo a ver qué me puede hacer’. Perdieron el respeto y la cautela ante el paso por el quirófano. ‘No pueden percibir los riesgos’, comentó el cirujano plástico Jorge Pedro. ‘Le decís que no corresponde que se hagan tal cirugía, pero insisten. A veces se van a consultar a otros profesionales, y luego vuelven al tiempo para desafiarte: ‘Mire lo que me hice’ ”, se explica en una nota de Clarín.
La cirujana plástica Mónica Milito explicó, en un artículo de Clarín Mujer, quiénes son las adictas al bisturí: “Son mujeres que padecen lo que se llama dismorfobia, una patología por la que el individuo no se reconoce ni acepta en el espejo. Siempre quiere ver otra cosa, se opera, se cambia el color de pelo y nunca está conforme. Porque viven comparándose con estándares muy altos y van de cirujano en cirujano. Se caracterizan por criticar siempre al cirujano anterior”.
Hace unos días, te contamos la historia de una modelo japonesa que invirtió más de 100 mil dólares en intervenciones estéticas para transformar sus rasgos asiáticos y lucir como una muñeca, porque “a ellas nadie las llama feas”.

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