Los hechos marianos de San Nicolás de los Arroyos en los que la vidente Gladys Motta afirmó hace 30 años que se le había aparecido la Virgen María para darle mensajes comenzaron a recordarse ayer con misas y actos religiosos durante todo el día.
A la medianoche, en el imponente Santuario se lanzaron fuegos artificiales para saludar a la Virgen en este nuevo aniversario.
Fieles de todas partes del país e inclusive de naciones vecinas ayer desde muy temprano comenzaron a darse cita en el Santuario y el campito ubicado a pocos metros del río. Hoy a las 15:00 el obispo de San Nicolás, monseñor Héctor Cardelli, encabezará la misa y antes habrá salido de la Basílica, la imagen de la Virgen del Rosario bañada por una lluvia de papelitos blancos, celestes y rosas ante unos 300 mil fieles, según se calcula.
La estatua de la Virgen y la imagen del Niño Jesús que lleva en sus brazos fueron coronadas en 2009 aunque después hubo un confuso episodio en 2012 de robo de las piezas que habían sido confeccionadas por el orfebre Juan Carlos Pallarols.
Desde las 8:00 de ayer empezaron a celebrarse misas a lo largo de toda la jornada, mientras llegaban los peregrinos y se sucedían las confesiones.
El legado de la Virgen, según Gladys Motta, cuyos mensajes recibidos por la vidente se publicaron durante diez años, habla de penitencia, confesión, fe y pide el rezo del Santo Rosario. Numerosas sanaciones se atribuyen a los pedidos de fieles que concurrieron al Santuario a presentarle a la Virgen sus peticiones.
Ayer a las 17:00 se celebró la Eucaristía por los peregrinos que llegaron a pie desde la provincia de Mendoza, donde el culto a la Virgen del Rosario de San Nicolás está muy difundido.
A las 22:00 se inicio una vigilia de oración en el campito aledaño y desde la catedral de San Nicolás hasta el Santuario estaba previsto una marcha con antorchas.
Luego de los fuegos artificiales, monseñor Cardelli celebro la primera misa de la jornada del 30 aniversario y de 2:00 a 5:00 se llevo a cabo una noche de oración.
"En septiembre de 1983 la población nicoleña se conmocionó con la noticia de que en diversas casas de familias se iluminaban los rosarios, despertando el sentimiento religioso de unos y el escepticismo de otros. Mientras esto se repetía, cada vez con más frecuencia, congregando al rezo del Santo Rosario a multitud de vecinos, a una mujer sencilla, buena esposa y madre ejemplar, comienza a aparecérsele la Santísima Virgen, registrándose el 25 de septiembre de 1983 como la fecha en que por primera vez experimenta este suceso maravilloso", sostiene la historia oficial relatada por la diócesis.