A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 26 de octubre de 2013

MASSA GANA POR MUCHO

Por Julio Blanck
Hubo una razón muy clara detrás de la campaña descafeinada de Martín Insaurralde, desde la derrota de agosto en las PASO hasta el cierre proselitista de anoche. Algo se buscó con la insistente proyección de su individualidad, coronada en esta semana con la portada de revistas del corazón y la farándula, a los besos con su notoria novia rubia. Se entiende, mirando a través del mismo cristal, la decisión de archivar el libreto ideologizado y confrontativo del kirchnerismo, cambiándolo por una comunicación más edulcorada, donde la identidad política no se resignó, pero fue cuidadosamente opacada para no enturbiar el propósito mayor. Es que el propósito mayor de la campaña kirchnerista fue evitar cambiar golpe por golpe con Sergio Massa y exponerse a una derrota de catástrofe el domingo.
En la misma dirección operó el evidente distanciamiento de Cristina del ojo del huracán proselitista, aún antes de los problemas de salud y la posterior operación que tienen a la Presidenta en reposo estricto desde hace veinte días y por al menos las próximas dos o tres semanas, según opinión de médicos que conocen su caso.
Parte del mismo paquete fue la aparición vertiginosa de Daniel Scioli, que “se puso la campaña al hombro”, según palabras del propio Insaurralde. Un dato pinta el protagonismo de Scioli: en las últimas dos semanas visitó 32 municipios de la Provincia, 14 de ellos en el Gran Buenos Aires.
Todos esos esfuerzos, y los recursos millonarios volcados a la logística y la propaganda, persiguieron una misma quimera: perder por poco. Es duro decirlo, pero no lo están logrando.
El consuelo que les queda es que podría haber sido mucho peor, pero no habrá modo de sostener que la suya sea una derrota módica. Massa está ampliando su ya clara ventaja de 5,5 puntos en las primarias ypodría estirar la diferencia final de 8 a 11 puntos. Es lo que dicen media docena de encuestas, entregadas en las últimas horas en despachos oficiales, a nivel nacional, provincial o municipal, y en los principales comandos de campaña. A todos esos datos tuvo accesoClarín.
La ley prohíbe difundir resultados puntuales de encuestas en los días finales de la campaña. Pero las encuestas siguen haciéndose. Una larga docena de consultoras trabajan en este menester, sólo en el ámbito metropolitano. Y algunas recién tendrán sus cifras finales esta noche. Nunca verán la luz pública, pero le están marcando a los candidatos qué suerte les espera al abrirse las urnas.
En un panorama con pocas sorpresas, porque el resultado de las PASO dejó marcado un surco indeleble para las legislativas del domingo, perdura hasta el final la incógnita de Capital, para dilucidar si Pino Solanas consigue o no arrebatarle la banca por la minoría en el Senado a Daniel Filmus.
Es casi unánime en las encuestas mencionadas la ventaja para Solanas.
Pero esa ventaja es mínima, casi nada, dos puntos o menos en la mayoría de los casos. Cada voto cuenta, entonces, en una y otra dirección. Para el kirchnerismo es estratégico que Filmus conserve su banca: será un modo de hacer un poco menos dura la derrota en todos los grandes distritos del país. Pero esa no es una tarea sencilla.
Encuestadores que han rastrillado del derecho y del revés a la opinión pública porteña dicen que, si fuese por el perfil individual de los candidatos, Filmus llevaría una mínima delantera. Pero que ante la hipótesis de la boleta completa, es Solanas el que pasa al frente.
La razón, dicen, es que Elisa Carrió, de conmovedor esfuerzo en esta campaña, empuja a Solanas para arriba desde la lista de diputados, en cambio Juan Cabandié tira para abajo a Filmus. Esto sucedió ya en las PASO y se hizo aún más marcado en la última semana, por el impacto negativo del episodio que protagonizó el dirigente de La Cámpora al tratar de forma prepotente a una agente de tránsito.
Cuando baje la primera espuma de la noche electoral, Massa emergerá como el nuevo actor central de la política argentina. Lo hace con un discurso simple, elemental a veces; con una propuesta de amplitud política y tratando de encarnar una esperanza de cambio.
Hay otros jugadores con los que compartirá el escenario principal, pero todos vienen de antes, fogueados de una u otra manera en laresistencia al avasallamiento kirchnerista.
El caso más curioso es el del propio Scioli, el más opositor de los oficialistas, visualizado como una referencia posible por los gobernadores y jefes territoriales del peronismo. En ese combo están los peronistas opositores, sobre todo José Manuel de la Sota y su candidato Juan Schiaretti, que va adelante con amplia ventaja en Córdoba; o Mario Das Neves que será vencedor en Chubut. Ellos tendrán voz y voto en la inevitable recomposición justicialista.
Está Mauricio Macri, lanzado de lleno y en solitario a la candidatura presidencial, que asoma como ganador rotundo en la Capital con Gabriela Michetti y espera quedarse con el segundo lugar en Santa Fe y Entre Ríos, con las candidaturas de Alfredo De Angeli y Miguel Del Sel.
Los socialistas van a insistir con Hermes Binner, haciendo pie en lo que se anuncia como otro amplio triunfo en Santa Fe, montado sobre su añeja alianza con los radicales en esa provincia.
A esa misma franja hay que agregarle lo mucho que puede conseguir el radicalismo, que va a imponerse de modo contundente en Mendoza con Julio Cobos, y que puede alzarse con triunfos en Santa Cruz, La Rioja, Corrientes, Catamarca y La Rioja. Hay allí un polo de fuerte atracción, claramente no peronista, de cara a la presidencial de 2015.
Hasta la izquierda dura tendrá seguramente razones para celebrar. Con fuerte presencia en luchas sindicales y estudiantiles, el FIT puede consagrar entre dos y cuatro diputados nacionales, como Néstor Pitrola en la Provincia y Nicolás Del Caño en Mendoza.
Frente a este panorama el Gobierno, a través de sus bocas de difusión, ya está anticipando el discurso de la noche del domingo. Que el Frente para la Victoria será la fuerza más votada en el país, que el equilibrio parlamentario no sufrirá grandes modificaciones porque las pérdidas de bancas no resultarían significativas. Es entendible: nadie está obligado a declarar en su contra.
Pero esos argumentos defensivos intentan ocultar que lo que cambia sin remedio es el eje político de la Argentina. Que –más allá de su estado clínico y emocional– la Presidenta tiene fijado el horizonte constitucional para su retiro del poder. Y que la fuerza que dominó la escena política durante una década debe aprestarse a una batalla en la que tiene que decidir si establece una alianza en desventaja con las figuras sobrevivientes del peronismo oficialista; o si en cambio prefierecerrarse sobre su propio núcleo, buscando preservar trazos de una pureza ideológica y una mística que deben pasar de aquí en adelante el examen de la billetera que se empieza a vaciar.

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