A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

A 50 AÑOS DE AQUEL FALLIDO RETORNO DE PERON


A media mañana del miércoles 2 de diciembre de 1964, ayer hizo exactamente  medio siglo, Juan Perón se asomó por la portezuela del avión de Iberia y comenzó a bajar la escalerilla hasta pisar la pista de aterrizaje del aeropuerto de El Galeão, en Río de Janeiro. El boeing había aterrizado más de dos horas antes, rodeado de un impresionante operativo de seguridad, y en ese lapso el jefe de protocolo de Itamaratí, Jorge Lampreia, le había comunicado al ex presidente que no iba a poder seguir viaje. Accediendo al pedido expreso del gobierno del radical Arturo Illia, Brasil había aceptado detenerlo y enviarlo de vuelta a España. Perón intentó discutir que estar a bordo de un avión de Iberia era como estar en territorio español, hasta que advirtió que la decisión ya estaba tomada y accedió a salir. Vestía traje color crema, camisa blanca, corbata roja y un portafolio en su mano derecha. Lo acompañaba una comitiva que incluía, entre otros, al empresario Jorge Antonio, a los sindicalistas Augusto Vandor y Andrés Framini, y a la histórica dirigente de la rama femenina Delia Parodi. Todos quedaron detenidos en la base militar del aeropuerto carioca. Así, en la primera escala del vuelo quedó abortada la primera Operación Retorno, que tuvo en vilo a la Argentina durante todo ese año.
En verdad, Perón había confiado en la buena fe del presidente Illia, quien, tras asumir la presidencia en octubre de 1963 con el 25% de los votos, en elecciones en las que el peronismo estuvo proscripto, le hizo saber que era libre de volver al país aunque, eso sí, debía hacer frente a las causas judiciales que tuviera pendientes. Quizás, consciente de que su liderazgo estaba en riesgo, ya que el voto en blanco del peronismo había sacado seis puntos menos que los radicales, el líder aceptó el reto y anunció su retorno para antes del fin de 1964 y, después de muchas dudas y contramarchas, se subió al avión.
Pilotos de sí mismos. Lo cierto es que la Operación Retorno adolecía de una pésima organización. En Madrid, tuvo que tomar las riendas Jorge Antonio, quien reservó toda la primera clase del avión para la comitiva. En Buenos Aires, el recientemente fallecido Antonio Cafiero, encargado de organizar las movilizaciones en todo el país, se enteró de la partida de la nave por la radio mientras cenaba en un restorán del centro la misma noche del 1° de diciembre. A esto se sumó el mazazo de la noticia de que Perón había sido frenado en Río.
“Era en vano que aquí las bases anduvieran a la pesca de algún jerarca que les diese alguna orientación. Todo indicaba una sola cosa: el pueblo no tenía nada que hacer, sino escuchar la radio y ver cómo se desarrollaban los acontecimientos”, le escribió a Perón su ex delegado personal John William Cooke, eterno crítico de la burocracia partidaria.

"El fracaso de la Operación Retorno no fue sólo del peronismo sino de toda la sociedad argentina", dice el autor Ariel Hendler.
El movimiento obrero tampoco tomó la posta. La conducción de la CGT no alteró su orden del día a causa del viaje de Perón, De modo que la jornada estuvo bien lejos de parecerse a la epopeya del 17 de Octubre de 1945, la mayor movilización de masas de la historia argentina. Entre tanto, el muy antiperonista canciller de Illia, Miguel Angel Zavala Ortiz, que había hecho todas las gestiones para conseguir la detención del ex presidente, se limitó a agradecer la decisión del gobierno brasileño, encabezado por el mariscal Humberto Castelo Branco.
Persona no grata. El general tenía pasaje hasta Montevideo y, según las versiones más confiables, planeaba establecer allí su campamento para negociar directamente con Illia las condiciones de su vuelta. Pero, frustrados todos los planes, durante su detención en El Galeão acusó por escrito al gobierno radical de haber tramado ese desenlace junto a la dictadura militar del país vecino y con la anuencia de Estados Unidos.
Casi a media noche, todos fueron embarcados de vuelta a España en el mismo avión. Una vez en Madrid, Perón se instaló nuevamente en su casa de Puerta de Hierro -de la que había salido la noche del 1º de diciembre escondido en el baúl de un auto- y desde allí retomó el mando a distancia de su movimiento.(Clarin)

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