A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 28 de enero de 2015

EL CHICO QUE MURIO EN SALTA ERA DESNUTRIDO; HAY 6 MAS

“El chico era desnutrido”. Así de contundente fue ayer el médico Carlos Villarreal, director del Hospital Morillo, cuando Clarín le preguntó por qué murió el nene wichi Marcos Solís, que el próximo 1° de marzo iba a cumplir dos años. Villarreal fue por más: “Al día de hoy, en el hospital, tenemos 6 chicos desnutridos más”. No obstante, aseguró que “Se están recuperando”.
Las declaraciones de este director médico contradijeron la versión oficial sobre la muerte del nene, ocurrida el 20 de enero pero recién difundida casi una semana después. Como publicó ayer este diario, las autoridades del Ministerio de Salud de la provincia aseguraron: “Por el momento nadie denunció que este niño haya fallecido por desnutrición”. Y atribuyeron la muerte sólo a un cuadro de diarrea y deshidratación. 
Villarreal, un médico cordobés que hace 29 años llegó a Morillo y se quedó por siempre, también alertó sobre “los niños con bajo peso que hay en las 25 comunidades aborígenes, y que los padres no quieren traerlos al hospital para que los recuperemos. Ahora vamos a ir a buscar por la fuerza pública al que no traiga a sus hijos”.
Marcos Solís había sufrido un cuadro de desnutrición aguda en octubre pasado y pudo regresar a su casa, en Morillo, luego de un mes de tratamientos intensivos. Supuestamente estaba recuperado, pero a mediados de enero comenzó con una diarrea que nadie pudo detener. Según especialistas, la diarrea y la deshidratación son algunos de los síntomas que pueden presentarse en un cuadro de desnutrición (ver Las estadísticas...).
La situación se terminó de complicar aún más ante la aparición de una sospecha preocupante: la posibilidad de que haya habido mala praxis en el Hospital San Vicente de Paúl, en Orán, donde Marcos había sido trasladado en la emergencia y finalmente murió.
La ONG internacional Tepe Yac, que trabaja con las comunidades wichi de la zona. Una versión indica que habría existido una mala maniobra médica en la colocación de una sonda nasogástrica, con el daño de un nervio, lo que habría terminado de complicar todo el cuadro. “Queremos que se investigue”, afirmó Eduardo Bertea, presidente de la ONG. Además aseguran que cuando el cuerpo le fue entregado a la familia tenía un corte desde la garganta hasta la pelvis, procedimiento que habría sido hecho sin la autorización de los padres.
Morillo tiene 9.000 habitantes y sólo tres médicos en su hospital. “Me siento impotente. Yo nací y crecí en Morillo. Antes, el monte daba vida a las comunidades. Vivíamos de los frutos del monte. Ahora, la gente se vino a la ciudad y no tiene de qué vivir. Tratamos de enseñarles a adecuarse a los planes sociales, a que gasten ese dinero en cosas necesarias, pero lo primero que hacen es comprarse motos, celulares, televisores y plasmas”, dijo ayer la intendenta Marcela Carabajal, y subrayó: “Aún resta solucionar el problema del agua potable”, el verdadero bien de lujo en este pueblo olvidado.

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