LA MANO DE OBRA DESOCUPADA DE LOS ESPIAS

No habia terminado de hablar la presidenta por Cadena Nacional, cuando señale en mi cuenta de twitter, que con la disolución dela ex SIDE, Cristina le estaba declarando la guerra a los espías y que habia que tener cuidado con la mano de obra desocupada. Dos dias despues el periodista y columnista de Clarin, Daniel Santoro escribia: el secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, afirmó categórico que “no existirá riesgo de mano de obra desocupada” cuando el Gobierno haga aprobar con sus mayorías en el Congreso la ley de creación de una Agencia Federal de Inteligencia y se “disuelva” la SIDE, Tocó un punto sensible de la memoria de los argentinos. Cuando Alfonsín tomó el poder en 1983 y se disolvieron los grupos de tareas militares que habían actuado en la represión, parte de sus miembros, como Aníbal Gordón, crearon bandas y se dedicaron a secuestrar empresarios. Si se “disuelve” la SIDE quedarían sin trabajo más de 1.800 empleados y ¿a qué se dedicarán?

En la época de De la Rúa, el ex “Señor 5” de la SIDE, Fernando de Santibáñez, echó a unos mil espías y varios de ellos crearon sitios en Internet para hacer operaciones contra el Gobierno. 
Seguramente, ahora habrá que indemnizar a algunos y jubilar a otros. Los jubilados pasarán a cobrar de la caja de jubilación de la Policía Federal con un sueldo equivalente al 90 por ciento del salarios de un agente en actividad. Todavía no se conoce el proyecto de ley pero hay más dudas. Por ejemplo, ¿echarán a los 1.800? Si echan a todos se perderán, por ejemplo, los espías que la SIDE tiene infiltrados entre los sectores islámicos radicalizados de Ciudad del Este en la Triple Frontera, los que sí hacen un trabajo que es necesario para la seguridad de los argentinos. Pero para el ex ministro de Defensa radical Horacio Jaunarena y otros expertos en inteligencia no sirve un despido masivo. Primero, “hace falta un fuerte compromiso político, que Néstor y Cristina Kirchner no tuvieron” de no usar los servicios de inteligencia para operaciones sucias, dijo. El otro problema, “¿es quién disuelve el servicio de inteligencia paralelo de Milani?”, preguntó Jaunarena.

Pero para una verdadera limpieza de los espías que en estos once años han violado los mails e interceptado los teléfonos de dirigentes opositores, empresarios y periodistas “hay que terminar con las empresas tercerizadas de la SIDE”. Las pinchaduras ilegales no se hacen desde la estructura formal de la “casa” sino que se paga a terceros con fondos reservados para que las hagan. Este mercado de espías “privados” sin control, es alimentado en parte por los oscuros fondos de la SIDE que llegan a $ 700 millones y de Inteligencia del Ejército. Muchas de esas empresas tercerizadas son manejas por ex espías. Todo se agrava con el problema de la “facilidad tecnológica”, es decir cualquier detective de barrio puede comprar un aparato para pinchar teléfonos y hacerlo solo porque puede hacerlo.