MI NIETA JULIETA Y SU NOCHE SOÑADA

LOS PELAEZ CREPARULA EN PLENO

Estuvo celosamente guardado durante meses. Se hablaba en familia del tema, pero no había detalles. Ni el mas mínimo. Solo lo sabían Paola, la mama de Julieta, mi nieta, la gran protagonista de la ultima noche de enero. Si se conocía el lugar, el coqueto complejo de restaurantes La Delfina en Sierra de los Padres. Solo eso, muy poco para la curiosidad de este abuelo y demás integrantes de la familia. Eso si, la cumpleañera aviso, "los varones de la familia, de corbata celeste, por favor". Un indicio, el vestido era de ese color.
El dia de la fiesta acompañe a mi hijo Hernan, el padre, al lugar, después del mediodía. La entrada al complejo no decía mucho. Ya en el lugar las cosas cambiaron. Predominaba el buen gusto. Alfredo y Maria Rosa, los dueños del complejo, adelantaron, lo que verán es solo la mitad. Lo que vi me sorprendió. Mucho mas a la noche, ya de traje con la corbata celeste que había pedido mi nieta y las mujeres con todo el placar encima. Paola que se puso el cumple en sus espaldas, con la colaboración de la gente especializada en eventos del lugar, no habían dejado ni el mas mínimo detalle al azar. Sobresalía el buen gusto. Hasta el agua de los floreros era de color celeste. Una gigantografia de Julieta dominaba el lugar..La recepción fue en el parque, a donde un enorme gazebo con mullidos y cómodos sillones le daban un toque de distinción al lugar. La barra con tragos, y el lunch, abundante y variado, casi que le quito protagonismo al menu criollo que esperaba en el salón.
Pasada las 22 llego la dueña de la noche con su papa., en medio de fuegos artificiales y una alfombra roja tendida a sus pies. En primera fila estaba mama Paola, su hermano Martín, y sus abuelos; metros mas atrás los demás familiares y amigos. Fueron varios minutos de besos y abrazos.Hasta que llego el momento mas emotivo, el abrazo con su bisabuela, Delma, que aguardaba sentada con lagrimas en sus ojos. Después todos al salón a ocupar su lugar en las mesas anteriormente asignadas por una simpática señorita a los 100 invitados con algunas notorias ausencias. Nuevamente el ingreso de Julieta con su papa, en el centro del salón, construido en troncos, tipo cabaña, aguardaban la mama y el hermano, con un enorme perro de peluche, despues habria otro un caniche mini toy de verdad regalo de su abuela el brindis y el vals. Gaston, el alma mater del lugar, iba y venia, supervisando todos los detalles. A comer. Casi ni se probo el asado, el lechon, las ensaladas varias.¿ La culpa?; el lunch previo. Después lo clásico, el baile, el vals, un dúo de salsa, la ceremonia de las velas, la primera para mama y papa, en donde hubo dos momentos muy emotivos, la segunda para su bisabuela y para su abuela de sangre, Susana, la mama de 4 de mis 5 hijos, ya fallecida. Luego llegaría el vídeo filmado por calles de Mar del Plata y la costa con la participación de amigos y familiares directos. Cuando el nuevo dia iluminaba Sierra de los Padres llego la mesa de dulces con cascada de chocolate y todo, cafe, pizzas varias.
Asi se cerro la noche de mi nieta Julieta. Fue como un cuento de hadas. Ni mas ni menos