A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 7 de agosto de 2015

DE MADRE A MADRE


Hace poco, las madres de  encarcelados realizaron una manifestación exigiendo los "DERECHOS" de sus hijos. Acá está la respuesta de una madre ciudadana hacia la madre que protestaba...
DE MADRE A MADRE:
 Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV en la reciente manifestación en favor de la Reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares y con mejores prestaciones.
Vi­ como te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo y de lo que supone económicamente para tí ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así­ como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, ya que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONGs etc. etc.
Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.
Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc.
Si aún no me reconoces, soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue
asaltado y herido mortalmente a balazos disparados por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tu estás abrazando y besando a tu hijo en la cárcel yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su fría tumba, en el panteón, sin siquiera poderlo abrazar y besar.
¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirádurmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: yo seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor.
¡Qué ironía de la vida, yo que siempre crié a mis hijos para que ellos fueran mas buenos!
Mi hijo era honesto, trabajador, excelente amigo, esposo, padre e hijo y sin más, un mal hijo de una buena madre le quitó la vida y nos destrozó toda ilusión a la familia entera.
Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades que tan solidarias son contigo para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento.
¡Ni siquiera para decirme cuáles son MIS DERECHOS!

¡LOS DERECHOS HUMANOS SON
PARA LOS HUMANOS DERECHOS !
¡Si estás de acuerdo con esta carta, por favor, hazla circular !

Quizá entre todos podamos revertir estos valores que se están instalando en nuestro país, donde los delincuentes tienen más derechos que los ciudadanos honrados y trabajadores que sólo quieren vivir en paz.

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