En 2000, el escritor José Ignacio García Hamilton en su libro Don José: la vida de San Martín expuso una versión controvertida acerca de un origen mestizo de José de San Martín. En toda su vida surgieron anécdotas sobre la piel morena del prócer.
La versión de mestizo se basó en otra del historiador argentino Hugo Chumbita, en donde el general sería hijo del español Diego de Alvear (padre de Carlos María de Alvear) y de una joven guaraní llamada Rosa Guarú. Según Chumbita, Alvear habría entregado a José al matrimonio formado por Juan de San Martín y Gregoria Matorras, quienes lo bautizaron dándole su apellido. Para estas afirmaciones Chumbita se basó en un libro de memorias de María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla (1823-1889), hija de Carlos de Alvear, quien en sus escritos refiere el hecho como tradición familiar, declarando, literalmente: «Soy sobrina carnal, por ser hijo natural de mi abuelo el señor don Diego de Alvear Ponce de León, habido en una indígena correntina, del general José de San Martín... que más tarde selló la libertad hispanoamericana...».
Juan Bautista Alberdi, que trató personalmente con San Martín en 1843, sostuvo que la frecuente descripción como «indio» no se compadecía con su verdadera apariencia física.
El tema ha sido declarado de interés por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, según resolución del 4 de octubre de 2006.
Su lugar en la construcción de la identidad nacional argentina
La figura de José de San Martín tiene el primer lugar dentro de la versión de la historia que ha circulado en las escuelas argentinas, a través de las cuales se ha conformado la identidad de muchos de los ciudadanos de este estado latinoamericano. A San Martín se lo ha considerado el "Padre de la Patria", fundamentalmente a través de la ingente obra de Bartolomé Mitre, Historia de San Martín y de la emancipación americana y de la de Ricardo Rojas, El santo de la espada.
Ciertos historiadores como Rodolfo Terragno o Luis Alberto Romero sostienen que tenía a lo sumo un ideal americanista y no una identidad argentina ya que no podía ser parte de algo que aún no existía.
Himno a San Martín
Yerga el Ande su cumbre más alta,
dé la mar el metal de su voz,
y entre cielos y nieves eternas
se alce el trono del Libertador.Suenen claras trompetas de gloria
y levanten un himno triunfal,
que la luz de la Historia agiganta
la figura del Gran Capitán.De las tierras del Plata a Mendoza,
de Santiago a la Lima gentil,
fue sembrando en la ruta laureles
a su paso triunfal San Martín.San Martín, el señor en la guerra,
por secreto designio de Dios,
grande fue cuando el Sol lo alumbraba,
y más grande en la puesta del Sol.¡Padre augusto del pueblo argentino,¡San Martín! ¡San Martín! Que tu nombre,
héroe magno de la libertad!
A su sombra la Patria se agranda
en virtud, en trabajo y en paz.
honra y prez de los pueblos del Sur,
asegure por siempre los rumbos
de la Patria que alumbra tu luz.
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