A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

jueves, 17 de septiembre de 2015

JAQUE DE FAYT A LA REINA






Por Miguel Brevetta Rodríguez.

Seguramente, una mañana se despertó inmovilizado in extremis, sin fuerzas suficientes para poder incorporarse y afrontar el nuevo día. Las articulaciones entumecidas y los dolores en espasmo generalizado lo llevaron hasta el espejo del baño, que como siempre, actúa en rol de confesionario de males y bienes en el amanecer.
Entonces Carlos Fayt contó sus años y en un instante transcurrió toda su vida por la pantalla cerebral, esa que actúa como juez de nuestros propios actos. Quizá pensó que había llegado la hora de colgar la “toga pomposa del derecho” -al decir de nuestro poeta Mario Navarro- pero como resulta lógico, nadie aspira, ni permite, que se lo corra a los empujones, por la sola circunstancia de haber cumplido muchos años. Y menos aún, cuando cumple el rol de valía en el contexto social.
Deben ser pocos, entre los que llegan al Poder, que no emulen la soberbia de Luis XIV, pensando que: L'État, c'est moi (El Estado soy yo) durará para siempre y que en el peor de los casos, éste se transmite por sucesión. ¿Carlos  Domingo Fayt  sería una excepción?

No se dejó manipular

En nuestro medio es común el prejuzgamiento que se ejerce invocando la “portación” de apellido o de rostro, pero, la portación de años en mente lúcida y reconocida como brillante, es cosa extraña y es precisamente el caso que nos ocupa. Es decir, que no hace mucho, se pretendió desde las altas esferas del Poder, sustituir a un ministro de la Corte Suprema de Justicia por la sola razón de “portar” muchos años en su haber, pero a sabiendas que la realidad es otra.
Es lamentable que en nuestro ámbito se haya instaurado la mala práctica de pretender manipular a la justicia, cuando ésta debe garantizarnos nada menos que el uso de la libertad sin condicionamientos.  ¿Acaso es garantía absoluta el ejercicio de la lealtad en la arena política? La obediencia debida que algunos jueces, le arrebataron al círculo castrense, solo se mantiene durante el periodo en que gobierna él manda más, después… será otra historia.
Se conoció la renuncia anticipada de uno de los cuatro miembros que le queda a nuestra Corte Suprema de Justicia y ello no fue un hecho aislado. No es usual la personalidad del renunciante, ni su permanencia en ese puesto a “determinado tiempo vista” como en las viejas letras cambiarias. Se trata de una persona querida y admirada por los argentinos, que nos enseñó un camino a recorrer y nos ilustró con una pluma despojada de oscuras entelequias en el campo del derecho. ”Siempre lúcido, Fayt no había dejado de sentir en su cuerpo los estragos del tiempo y de la vejez. Sería inhumano si no fuera así. Tiene 97 años y el próximo 1º de febrero cumplirá 98. En el último año se había resentido, sobre todo, su capacidad para movilizarse autónomamente. El propio Fayt aceptaba esas limitaciones con sinceridad y honestidad intelectual. Frente a una delegación de la Academia Nacional de Periodismo, que le llevó el premio Pluma de Honor 2014, el juez aceptó lo que era evidente: "El ser humano no está preparado para vivir 97 años", nos dijo. Y hasta se dejó arrastrar por cierta melancolía: "La memoria es ya un cementerio. No queda ningún amigo con el que se ha compartido la vida. La vida misma se apaga como la luz de una vela", describió con nostalgia, pero sin tristeza. (Una afilada ironía en la despedida, escribe Joaquín Morales Solá. La Nación 16/9/2015)
A nadie le gusta que lo empujen y menos que se pretenda correrlo con la vaina, por eso aguantó silente los últimos embates y como el Cid Campeador exhibió una imagen de auténtico gladiador en plena batalla. Seguramente se estuvo preparando para una jugada magistral, esas que en el ajedrez le llaman, jaque a la reina.

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