A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 27 de junio de 2017

FUE MULTIMILLONARIO Y DESDE HACE 20 AÑOS VIVE EN UNA ISLA


David Glasheen, que ahora tiene 74 años, era un hombre de negocios de Sídney cuando sobrevino el crack bursátil de 1987. En su mejor momento, su fortuna alcanzó los 25 millones de euros. Pero de la noche a la mañana lo perdió casi todo, y su esposa le pidió el divorcio. Tras esos duros golpes, Glasheen pasó algunos años sin saber muy bien qué hacer con su nueva vida.
Hasta que en 1993 visitó Restauration Island, una isla deshabitada de 26 hectáreas de superficie al nordeste de Australia. La isla era conocida porque se había declarado parque nacional en 1989, y porque en ella el capitán William Bligh –que fue quien le puso el nombre – encontró suministros vitales después de que los amotinados del navío HMS Bounty lo dejaran a él y a sus hombres en un bote a la deriva abandonados a su suerte.
Glasheen se enamoró del lugar y pensó que sería perfecto para empezar de cero. Así que un año después, en 1994, consiguió que Restauration Island Pty Ltd le alquilara una parte de la isla de 1,52 hectáreas. Las condiciones que el arrendatario puso al hombre de negocios casi arruinado fueron que pagara un alquiler de 14.000 euros anuales, y que construyera instalaciones turísticas y para la pesca.
En 1997, Glasheen se trasladó a vivir a la isla con su novia. Pero la mujer lo abandonó y regresó a la ciudad. Desde entonces, este náufrago moderno vive solo en Restauration con su perro Quasi, aunque recibe la visita ocasional de personas que navegan por esas aguas en sus yates privados. Sólo sale de la isla una vez al año.
Glasheen hizo algunas mejoras en la isla a lo largo de los veinte años que lleva viviendo a lo Robinson Crusoe. La más importante de ellas fue la instalación de placas solares que le permiten tener electricidad y conexión a Internet. Aunque en varias declaraciones a diarios británicos dijo que no añora nada de su antigua vida de lujos y caprichos, también reconoce que a veces se siente un poco solo.
Por eso, aprovechando que tiene acceso a la red, inició una campaña online para tratar de encontrar una novia. Una compañera con la que compartir el sol y las aguas turquesas de la isla. Aunque por el momento no ha tenido suerte.
Pero quizá los días de Glasheen en su paraíso estén por terminar. De los dos compromisos que adquirió al arrendar parte de la isla, él ha cumplido escrupulosamente con el pago puntual del alquiler, pero no con la construcción de algún tipo de infraestructura turística.
Tras un disputa en los tribunales entre Glasheen y la empresa propietaria de los derechos de la isla, finalmente el Gobierno de Queensland decretó que el hombre tiene que abandonar el lugar por incumplimiento del contrato. Eso sí, las malas lenguas dicen que en realidad, Restoration Island Pty Ltd lo que quiere es construir un gran resort turístico.
Fuente: La Vanguardia.

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