A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 10 de enero de 2018

LA DESAPARICION DE LA FAMILIA GILL, UN MISTERIO DE 16 AÑOS


Las excavaciones para dar con el paradero de una familia integrada por un matrimonio y sus cuatro hijos y desaparecida hace 16 años en Nogoyá, Entre Ríos, comenzarán el 5 de febrero en el campo de un contratista que empleaba a los padres, tras reactivarse la causa caratulada como "averiguación de paradero" por aportes de un nuevo testigo.
La última vez que los vecinos de la estancia La Candelaria, en el departamento de Nogoyá, supieron algo de la familia Gill fue el 14 de enero de 2002 cuando vieron a José Rubén "Mencho" Gill, el padre, trabajando en el campo.
Seis meses después, un familiar denunció su desaparición y lo que ocurrió con ellos, desde entonces, fue un misterio.
No hay registros oficiales ni datos migratorios sobre el destino de Gill, de 56 años, peón rural; de su esposa Margarita Norma Gallegos, de 26; ni de sus hijos María Ofelia, de 12, Osvaldo José, de 9, Sofía Margarita, de 6, y Carlos Daniel, de 2.
Sin embargo, uno de los testigos a los que el fiscal Federico Uriburu volvió a entrevistar el año pasado contó que ese 14 de enero había visto a Rubén Gill quejándose por los pozos que le habían ordenado cavar en el campo donde trabajaba.
La estancia, de alrededor de 500 hectáreas, se ubica en el pueblo de Crucecitas Séptima, a 50 km de Paraná, y pertenecía a Alfonso Goette, quien murió en 2016 en un accidente automovilístico.La muerte de Goette fue lo que animó a los testigos a aportar nuevos datos.
La desaparición de la familia fue dada a conocer, en primer lugar, por Goette, quien visitó a una de las hermanas de Rubén para preguntar por ellos, aunque pasaron seis meses para que un familiar presentara la denuncia en la justicia.
El juez Sebastián Gallino, que intervino inicialmente para investigar el paradero de la familia, ordenó la primera inspección en la estancia La Candelaria recién 18 meses después de la desaparición, sin obtener resultados.
Algunas crónicas de aquel tiempo cuentan que la casa de los Gill quedó tal cual la dejaron sus ocupantes. Ropas, juguetes de los chicos y hasta la comida servida, como si todos se hubieran esfumado en ese momento, detalla una investigación del diario El Litoral.
Incluso, en los primeros meses, se avivó una creencia popular de la zona referida a presencias de seres extraterrestres que podrían haber abducido a los Gill. Todas las pericias que se hicieron en la primera intervención judicial dieron negativo.
Un nuevo fiscal y el relato de un testigo, quizá liberado de alguna presión tras el fallecimiento de Goette, abrieron esta nueva venta en la pesquisa.

Aunque los vecinos de La Candelaria describieron, en su momento, que la familia no tenía tanto contacto con el resto de los chacareros de la zona, el perfil de "Mencho" Gill era el de un hombre alegre, locuaz, sociable, al que nunca se le veía triste.
 "No existían motivos para que estas personas cortaran todos su vínculos con sus seres queridos", concluyeron los peritos.
De hecho, aquel lunes, los Gill habían regresado de la ciudad de Viale, a unos 12 kilómetros del campo, luego se acompañar a la familia de un amigo que había fallecido.

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