A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

jueves, 11 de enero de 2018

LA HISTORIA DEL CARTERO QUE NO REPARTIO 19.000 CARTAS






Un cartero que en 2015 fue condenado a 1 año de prisión por no haber entregado más de 19.000 correspondencias deberá cumplir ahora ese tiempo de cárcel en la Unidad 6 de Rawson, un penal de máxima seguridad y por donde han pasado los delincuentes más peligrosos del país.
Se trata de Manuel Marcelino Gutiérrez quien ahora es buscado por la Policía Federal por orden del juez Enrique Guanziroli.
Oriundo de Puerto Madryn, donde desarrollaba sus tareas, Gutiérrez tomó notoriedad pública cuando tras allanar su casa las autoridades encontraron bolsas llenas de correspondencia que el empleado del Correo Argentino debía entregar pero que nunca llegaron a su destino.
Fue en 2009. Parte de la correspondencia estaba abierta y otra tenían hasta dos años de antigüedad. En total eran 19.302 cartas.
Tras ser detenido y someterse a un juicio, el cartero fue condenado en 2015 a un año de prisión en suspenso por el delito de “violar y ocultar correspondencia privada”.
Pero en julio del año pasado, el ahora excartero fue citado por el Tribunal para labrar un acta compromiso de sus condiciones de la sentencia. “Sin embargo, esa diligencia no pudo practicarse por la incomparecencia del nombrado”, dijo Guanziroli como juez de ejecución.
A Gutiérrez lo buscaron por todos lados pero nunca apareció. Hasta que fue declarado “en rebeldía”. “El condenado pese a los reiterados y sucesivos intentos de este Juzgado de Ejecución no ha cumplido con la presentación requerida, ni tampoco informado un cambio de domicilio, ni pagado las costas, ni asumido ninguna otra de las obligaciones impuestas en la sentencia”, dice la decisión del magistrado.
Por eso decidió hacer efectiva la prisión en la U-6 o en la cárcel del Servicio Penitenciario Federal más cercana al lugar donde lo detengan, expresa el dictamen del juez Guanziroli.
En su momento, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia había ordenado que las cartas secuestradas se entregaran. Y el sujeto para defenderse dijo ante el tribunal que “no le daba el tiempo para repartir todas las cartas y entonces las dejaba en su casa para ordenarlas”. Nadie le creyó por la enorme cantidad de correspondencia que tenía en su poder, repartida por toda su casa.
Una denuncia realizada por su suegra destapó el delito. Claro que aquella acusación había sido por violencia familiar, pero cuando se hizo el allanamiento nada pudo confirmar esos presuntos ataques. Pero sí aparecieron los llamativos bolsones.
La Policía encontró 26 bolsas de consorcio repletas de correspondencia. El material estaba repartido por varios ambientes, incluso dentro de un lavarropas en desuso. Y por eso fue condenado.
Pero como nunca se presentó ahora pagará su condena en la cárcel de máxima seguridad de Rawson (o tal vez en otra, de igual categoría si se lo encuentra fuera de la provincia) que tiene una historia propia.
Más allá de los sucesos de 1972 cuando de la U6 escaparon los presos políticos que después fueron fusilados por la Marina en lo que se conoció como “la masacre de Trelew”, este penal de máxima seguridad ubicado en la capital de Chubut supo albergar en sus pabellones al ladrón de bancos y blindados Hugo “la Garza” Sosa, lugarteniente del “Gordo” Valor, jefe de la superbanda.

También estuvieron un tiempo algunos de los “12 Apóstoles”, protagonistas de la trágica toma del penal de Sierra Chica. A una de esas celdas tendrá que ir Gutiérrez por no haber repartido las cartas.

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