A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 30 de agosto de 2019

FERNANDEZ Y SU DOBLE FERNANDEZ

Por Ricardo Roa

Hay al menos un par de cosas claras en medio del revuelo político de estas horas. Una es que en apenas dos ruedas de operaciones, el Central perdió 669 millones de dólares y que vendió otros 120 el Tesoro Nacional. La otra es que aún así no lograron frenar la subida del dólar.
Está igualmente claro el origen de este terremoto sobre el dólar, que venía últimamente controlado aunque atado con alambre: la violenta declaración de Alberto Fernández después de reunirse con la misión del Fondo Monetario. Los culpó de ser corresponsables junto al gobierno de “la catástrofe social” y también de financiar la fuga de capitales. Sólo faltó que pidiera que fueran declaradas personas no gratas. 

Este Fernández no fue el mismo Fernández que una semana antes había hablado en términos muy diferentes con Macri. Que dijo que el dólar a $60 estaba bien y que le pidió al jefe del Central que “preservara” las reservas. ¿Qué hubo para que aquel Fernández se convirtiera en este Fernández?
Una versión dice: el Fernández de la reunión con la misión del Fondo, más política que técnica y que no vino a revisar el cumplimiento del acuerdo, tampoco fue el Fernández que redactó el comunicado contra el Fondo. No se sabe. Sí se sabe que del lado de Fernández salió la versión de que la gente del Fondo había hablado de vacío de poder y de adelantar las elecciones. Las dos cosas fueron desmentidas por la gente del Fondo. Si la gente del Fondo no dijo lo que la gente de Fernández dice que dijo, sería algo tan grave como eso de responsabilizar al Fondo de “la catástrofe social”.
Aclaración sobre las elecciones: la Constitución manda que se realicen dos meses antes de la entrega del Gobierno el 10 de diciembre. O sea: sólo podrían anticiparse unos días a menos que hubiera una reforma, algo que necesita una ley con mayoría especial.
Otra cosa que también quedó clara: Macri, partido al medio por los resultados de las PASO que enseguida se trasladaron al dólar, culpó de eso al triunfo de Fernández, que era como culpar a los votantes de Fernández. Incluso a aquellos que antes lo habían votado a él. Tuvo que pedir disculpasAhora, con sus mensajes contradictorios con el Fondo, Fernández se culpó a sí mismo.
Fernández es un veterano en el circuito del poder: sabe que cualquier cosa que diga tiene repercusión para un lado o para el otro. Apaciguó después de hablar con Macri, alarmó después de hablar con el Fondo. Lo que no está nada claro es por qué cambió el discurso. Una explicación: había hablado mucho para los mercados y nada para la clientela propia. A Fernández le cuesta conciliar esos dos mensajes como le costaría a cualquiera en su lugar. El problema es que él es quien está en ese lugar. Otro problema es que sobreactuó su kirchnerismo y si es presidente tendrá que negociar con los mismos funcionarios del Fondo que ahora vapuleó.
El gobierno le puede pasar a Fernández la factura por este episodio pero la incapacidad para resolver los problemas que heredó es enteramente suya. Lacunza también recibió un presente griego y la salida provisoria que encontró fue patear vencimientos en dólares y en pesos para adelante. Saca del medio una parte del problema. No todo el problema.
Falta una señal clave en todo este agotador pasaje político: la de Trump, que dispara tuits para todos lados y ninguno, de esos que se oyen en el Fondo, para su amigo Macri.

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