A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 24 de agosto de 2020

LA MUERTE DE SOLANGE, LOS MUROS DELIRANTE Y CENSURA DE PARRILLI



Por Miguel Wiñazki

Solange Musse era joven y tenía cáncer, estaba internada en Alta Gracia. Pedía desesperadamente ver a su padre. Hay que escuchar su ruego. Era una plegaria que los custodios de una censura muy profunda se encargaron de desoír.
Él, su padre, Pablo, había llegado con su auto hasta Huinca Renancó, límite de La Pampa con Córdoba. Manejó cuarenta horas desde su casa en Neuquén. Unos 1.100 kilómetros. Lo demoraron horas en cada retén. Lo despreciaron. Esa es una de las dimensiones de la tortura, esa imposibilidad de transitar responsablemente. Fue una burla frente a la desesperación. No lo dejaron llegar. Ella murió ayer.
“Yo quería ver a mi papá", decía Solange pocas horas antes de morir. “Lo quería ver mucho. Lo sigo esperando…”.  ¿Por qué no lo dejaron llegar? ¿Por qué lo detuvieron en esas fronteras artificiales, arbitrarias?
Lo frenaron con la excusa de la pandemia. Que debía hisoparse. Lo hizo. Dio negativo. Pero ella murió antes.
Dispusieron una barrera imperdonable en la despedida más urgente de la vida.
¿Quién se hace responsable de la soledad desgarradora de esa muerte?
Eso también es censura, es locura, es fascismo.
¿Quién nos protege de los abusadores, de los guardabarreras descorazonados, de la censura más dolorosa del mundo?
No pasarán. Esa es la excusa del abuso más intolerable.
A Pablo le levantaron otro muro de Berlín entre La Pampa y Córdoba, entre él y su hija, entre la digna y última promesa de amor eterno y la muerte irreparable.

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