A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 16 de enero de 2021

LO QUE ENSEÑA DONALD TRUMP


 Por Alberto Amato

Los populismos terminan como Donald Trump: van a parar de una patada al desván de la historia. Eso, en el mejor de los casos. Pero antes hacen mucho daño; tanto, que llegan a poner en duda la eficacia de la democracia y su fortaleza.

Las tropelías de Trump, y las que aún pueden llegar, renovaron una reflexión que esta vez expresó el sucesor de Trump, Joe Biden: la democracia es frágil. No precisábamos de Trump para saberlo.

La reflexión es errada. La fortaleza de la democracia yace en su capacidad de recuperarse cuando un tonto, un criminal o un mesiánico la ponen en peligro. La democracia estadounidense dio ya varias muestras de fortaleza: se recuperó del golpe de Estado que implicó el asesinato de John Kennedy en 1963, de la alcoholizada renuncia de Richard Nixon en 1974, de la guerra perdida en Vietnam en 1975, y se recuperará del daño causado por Trump, que al decir de la historiadora Anne Applebaum, “pasará el resto de su vida en Tribunales”.

Eso, si nadie pide su indulto, que siempre hay alguien. Para reafirmar la teoría sobre la real fortaleza del sistema democrático, un ejemplo: en pleno copamiento del Capitolio de Washington, el idiotismo bolivariano, y el de sus alcahuetes continentales, ironizó, chusco y obvio: mostró su “preocupación” por la crisis estadounidense.

Mientras, los venezolanos que pueden escapan de las ruinas de un país que fue uno de los más ricos de América Latina. El populismo del sur del Río Grande ya ni siquiera puede disfrazar una corrupción endémica desatada en las últimas cuatro décadas, y que hoy precisa llevarse por delante a todo un sistema judicial para sepultar delitos y encubrir a delincuentes.

Venezuela es sólo un caso. Las sociedades suelen ser mucho mejor que el populismo que las gobierna. La sociedad estadounidense es mucho mejor que lo que Trump exhibió en los últimos cuatro años y que lo hacen candidato a ser “el peor presidente de la historia”, según el ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. Sólo que mientras en América Latina el populismo se eterniza, en Estados Unidos Trump ya no está más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario