Por Roberto Vozza
El inolvidable “Negro” Ledesma estaba enfermo. En vísperas del 2000 un accidente cerebro vascular melló fuertemente su salud con 72 años de edad, aún artisticamente activo, pues hasta ese momento seguía destacándose en salas del pais y del exterior.
Su inmovilidad parcial no obstante, no fue impedimento para visitar en tres ocasiones su suelo natal. Y la última resultó ser cuando la Universidad Nacional le tributó un emotivo homenaje en el paraninfo “Fray Francisco de Victoria”.
Sala repleta la de aquella noche del 23 de junio de 2002, vísperas del cumpleaños del gran cantor santiagueño. Presencia de las autoridades de la casa de altos estudios encabezada por el entonces rector el geólogo Sergio Arnaldo Tenchini.
Argentino Ledesma fue ubicado junto con su compañera Mercedes en una butaca de la primera fila del recinto que se pobló de música y danzas como parte del homenaje, que consistió en su faceta central en la entrega de una plaqueta y la resolución rectoral declarándolo personaje destacado de la cultura santiagueña.
A la medianoche, la concurrencia, le cantó el cumpleaños feliz. Ya era 24 de junio. Y vaya fecha significativa en la vida de Argentino, pues coincidentemente había nacido el mismo dia en que Carlos Gardel, siete años despues moría trágicamente en Medellín, Colombia episodio que en su alma de niño impactó fuertemente al compartir la congoja de sus padres por aquel infausto momento. Un suceso que quizá le estaba sellando su destino de cantor.
En la organización del homenaje se habia acordado que Ledesma no cante, en razón de que la enfermedad le afectó parcialmente el habla. Sin embargo, el fervor de la noche lo animó a hacerlo. Y cantó. Se puso de pié apoyado en muletas, pero antes de la interpretación dio su mensaje de agradecimiento. Sus palabras sonaron como un dejo de despedida, acaso, para luego evocar a sus padres y dedicar a ellos un clásico de la musica de Buenos Aires… de Pascual Contursi… “Mi noche triste”… un título que estaba señalando el ánimo que quizá lo envolvía espiritualmente. Probablemente percibía que habia llegado el momento de darle el ultimo adios a su pueblo natal que tanto lo quería y se enorgullecía por su brillante trayectoria artística.
Poco tiempo después las noticias avisaban que la salud de Argentino Ledesma había sufrido un agravamiento por la dolencia que le aquejaba, hasta que llegó su final un 6 de agosto de 2004.
Aquella noche del 24 de junio de 2002 entonces podría acotarse como un histórico momento en la vida de este gran interprete de la musica nacional que dejó como legado un sinnumero de grabaciones donde se revela que el “Negro” Ledesma es, entre la gran cantidad de cantores de tangos reconocidos, uno de los pocos cuya voz resulta inconfundible.
Un registro con una personalidad como pocos, que a pesar de los años nunca cambió permitiendole así una notoria identificación en cada una de sus interpretaciones para orgullo nacional y de los santiagueños.
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