El lucho show (1)
(Primero, me explico):
El editor de este sitio, mi amigo Alfredo, que supo ser, en mi vieja época de casi periodista, pero Administrador de” El Atlántico” el Secretario de Redacción de entonces , hablando por fono ,me dijo:
“Me gustaría que hagas los nuevos “Cho-Chou” contando cosas de los personajes de la ciudad, delos que conociste, de las “anedoctas” que tenes, de todo eso. Y como es el dueño del sitio, que me deja escribir cosas que en otros lados no me publicarían jamás, le hare caso. Y los nuevos Lucho show (pronúncialo” Chou”, es las chévere) irán, desde ahora, con un numero (para identificarlos yo, más fácil en la compu) y dedicados a personajes, algunos ignotos y otros conocidos, que pasaron por mi larga vida paria en esta Mar del Plata que supimos conseguir.
Y..se va la primera….
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LE CHINGO DE PARTIDO
Yo, pobre de mi, acababa de asumir como Director Municipal de Turismo de Luis Nuncio Fabricio (odiaba le dijeran Nuncio). Eran años políticamente revueltos, preanuncio de lo que vendría algunos años después).
A la mañana siguiente me encontré, solito mi alma, con una mesa de escritorio con vidrio arriba, una fotito de mi familia, para no estar tan solo, y la cabeza llena de dudas: ”Ahora que hago?.. De que me disfrazo?...”
Cuando en la puerta abierta de mi oficina apareció la inconmensurable Popy Muñoz de Vázquez .la “Jefa Administrativa” (aun no tenia secretaria ni nada de eso) y me dijo, muy seria;
“Director…afuera hay un señor que quiere hablar con Ud. ..no me quiso decir para que ni quien es…¿Qué hago?...”
“Que pase” dije yo, haciéndome el canchero. Y apareció el señor. Gordito, con saco oscuro, jean, la mano en la cintura como tapando algo y me largo un:
“Buen día, compañero…acá le traigo una papa…” y se sentó delante del escritorio, no sin antes ir, el solito, y cerrar la puerta.
Y golpeteando el bulto que llevaba bajo el saco, varias veces con un pla-pla-pla muy sonoro, me dijo:
“tengo trescientos así ( pla-pla-pla, mas golpecitos en el bulto de la cintura)…son, trescientos, compañero, pa lo que guste mandar…”
Y sacando un bufo lo puso sobre el vidrio, que lo reflejaba más negro y más grande….
Yo, mudo, (asustado es poco)…apenas le balbucee:
“disculpe, no lo entiendo”.
Y el señor, muy suelto de cuerpo, me largo:
“ discúlpame compañero…no me presente.., soy del sindicato único de vendedores de….. y los muchachos, todos así ( y señalaba el bufo) están a la orden compañero… solo queremos trescientos puestos para poner choripanes en toda la costa de Mar del Plata, compañero…para vos una panonia…..”
Todavía hoy no se de donde me salió el humor, o la fuerza, o la inconciencia, (que se yo), que le dije, con mi mejor sonrisa falluta, mientras miraba de reojo el revolver, ahí, quieto, negro, duplicado en el vidrio:
“Mire amigo…en todo caso, dígame camarada. Acá somos socialistas (mentira, yo no era ni afiliado al PSD .Fabricio y el resto de la “troica”, si, obvio) y eso, en todo caso, se hace por licitación, .vio?”
El gordito se puso blanco. Guardo el Bufo, y abriendo los ojitos así, largo un:
“¿Cómo…..acá no ganamos?….”
Y sin más, se fue por donde había venido.
Cuando se fue, con las patas que aun me temblaban, lo llame al Intendente y le conté. Primero se puso serio. Después largo la carcajada….. y me dijo:
“Lucho…que bueno…a partir de ahora es un código entre nosotros…..cuando te mande alguien que pide algo raro de las playas y eso, que no interesa, te llamo por fono con el tipo adelante mío y te digo: “ahí va el señor tal, …atendelo bien…y te recuerdo queacá no ganamos”.
Eso y decirme “sácatelo de encima como puedas”, era lo mismo.
Pero, en la temporada siguiente, aparecieron por toda la costa (que aun era de manejo Provincial) trescientos puestos de choripán, incluso en la puerta del mismísimo Casino, (¿se acuerdan? Era 1973)
Alguien los compro.
Quelevachache
LUCHO MARTÍNEZ TECCO
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