Largas historias y cuentos se escribieron a partir de mensajes introducidos en botellas y lanzados al mar que viajaban por el mundo buscando un destinatario en el mundo. Como si fuese salido de una película, un pescador se encontró en el Mar de Escocia con un recado, enviado 98 años atrás. Se trata, según el libro Guinness de récords, del más antiguo hallado baja esa modalidad.
La botella fue arrojada en 1914 por el capitán CH Brown de la Escuela de Glasgow y formó parte de un lote de 1890 recipientes lanzados en un experimento gubernamental para trazar el mapa de las corrientes submarinas en los mares que rodean a Escocia.
Dentro de cada botella había una tarjeta postal en la que se pedía a quien la encontrara que registre los detalles del hallazgo y prometía como recompensa seis peniques, moneda usada entonces por Gran Bretaña. Hasta ahora solo 315 de aquellas botellas fueron recuperadas. El último hallazgo récord se realizó en 2006.
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