AQUEL EQUIPO DE BOCA JUNIORS QUE PERDIO CON RIVER |
Se jugó en cancha de Racing, el partido arrancó tarde porque faltó el árbitro, para River hizo un gol un tal Ameal, en Boca jugó un defensor de apellido Lamelas y varios futbolistas se trenzaron a los golpes sobre el final… El primer superclásico oficial de la historia se disputó el domingo 24 de agosto de 1913, tuvo varias curiosidades, y la victoria fue de los millonarios, que se impusieron por 2-1 a pesar de la superioridad xeneize.
“El anuncio de este match despertó en el público mucha expectativa por contar ambos cuadros cono elementos de cierta valía en sus filas, por sus posiciones casi iguales en el campeonato y, más que todo, por el conocido antagonismo que media entre ambos clubes”, relató el diario La Mañana. Claro, River y Boca ya se habían cruzado varias veces en “amistosos” que habían comenzado a forjar cierta rivalidad.
“El público acudió en gran cantidad a la cancha de Racing, cedida a tal efecto por la comisión de este club y mucho antes de que comenzara el encuentro, ya sus tribunas presentaban un aspecto animado”, dice la crónica de la época. El partido se jugó en terrenoacadémico porque un año antes Boca había perdido su cancha de la Dársena Sur. De hecho, en algún encuentro de 1913 llegó a ser local en la de River, ubicada en esa misma zona. En 1914 pasó a hacerlo en Wilde, y recién en 1916 volvería a jugar en La Boca.
Aquel primer encuentro oficial entre Boca y River no estuvo exento de particularidades. Una de las más llamativas fue que el partido, que estaba pactado para las 14.30, comenzó a las 15.10 porque el árbitro designado no llegó y lo reemplazó el irlandés Paddy Mc Carthy, todo un personaje que, como profesor de Educación Física -además de reconocido sportsman-, había inyectado la pasión por el fútbol a los fundadores de Boca en la Escuela Nacional de Comercio ubicada en Bartolomé Mitre 1364.
Una vez iniciado el juego, los xeneizes tomaron el control, pero el primer gol lo anotarían los millonarios por medio de Cándido García, que con un cabezazo puso el 1-0. Boca salió con todo a buscar la igualdad, pero sus intentos fueron vanos.
En el inicio del complemento, River volvió a pegar y lo hizo -créase o no- por medio de Antonio Ameal Pereyra: marcó el segundo con un “tiro corto”. Encima, al minuto del 2-0, Boca se quedó con uno menos porque Juan Garibaldi se lesionó y tuvo que dejar la cancha. Así y todo, los xeneizes descontaron gracias a un gol de Marcos Mayer.
Pero la cosa no terminó ahí. Antes del pitazo final, el primer superclásico oficial de la historia tuvo golpes de puño entre varios jugadores: “escenas de pugilato”, tal como lo recuerda La Mañana. La rivalidad ya escribía sus primeros capítulos calientes. “De la trifulca salió Ameal algo contuso por lo que desistió de seguir jugando, quedando así ambos reducidos a diez hombres pues momentos antes Garibaldi tuvo que retirarse del field por una dolencia en una pierna”, explicaron las crónicas periodísticas.
Ese año, Boca no tendría revancha. Y es que aquel campeonato de Primera División que organizó en 1913 la amateur Asociación Argentina fue bastante particular. Antes que nada porque se aumentó considerablemente el número de equipos que participaban: de seis que había en 1912, se pasó a 15. Entre los ascendidos estuvo precisamente Boca, que llegó a Primera gracias a esta reestructuración y no por la vía deportiva: el año anterior había sido tercero en su zona en la principal categoría de ascenso.
Además, el torneo estaba pactado a dos ruedas, pero al terminar la primera -que incluyó este Boca-River-, los 11 primeros equipos de la tabla fueron divididos en dos zonas, una de cinco y otra de seis.
La final la terminaron disputando Racing -que le ganó a River en el desempate por el primer puesto del grupo A- y San Isidro -se quedó con el Grupo B, postergando a Boca-, con victoria por 2-0 de La Academia, que logró así el primero de siete campeonatos seguidosque ganó en el amateurismo.(Perfil)
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