A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 20 de agosto de 2013

¿POR QUE LA GENTE VE UNA LUZ AL MORIR?

Una luz blanca al final de un túnel o la "película" de toda una vida en un instante no son, parece, la puerta de entrada al más allá.
Las intensas sensaciones descritas por personas que estuvieron a punto de morir y sobrevivieron -conocidas como "experiencias cercanas a la muerte"- podrían estar causadas por un aumento repentino de la actividad eléctrica en el cerebro.
Ese es el hallazgo de un estudio realizado con ratas agonizantes que observó un aumento de las ondas electromagnéticas en el momento de la muerte. Los investigadores a cargo de esta investigación creen que este mismo fenómeno puede producir un estado de conciencia intensificado en los seres humanos.
"Mucha gente ha pensado que el cerebro después de la muerte clínica está inactivo o hipoactivo, con menos actividad que en estado de vigilia, y nosotros mostramos que definitivamente este no es el caso. Es mucho más activa durante el proceso de la muerte que en estado de vigilia", explica Jimo Borjin, autora del informe de la Universidad de Michigan publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS).

CONCIENCIA

Brillantes luces blancas, experiencias extracorporales y la sensación de ver todo lo vivido en una rápida sucesión de imágenes forman parte de las descripciones -comunes en todo el mundo- hechas por personas que han estado a punto de morir o que se recuperaron de un coma.
Sin embargo, investigar este fenómeno en humanos es difícil y estas visiones aún no se comprenden del todo. En la Universidad de Michigan, EE.UU., los científicos estudiaron a nueve ratas moribundas y pudieron observar que en los 30 segundos posteriores al momento en que el corazón de los animales dejó de latir se registró un notable aumento de las ondas electromagnéticas cerebrales de alta frecuencia, llamadas oscilaciones gamma.
Estos impulsos son uno de los rasgos neuronales que, según se cree, intervienen en la percepción consciente en los humanos, especialmente cuando ayudan a relacionar información de diferentes partes del cerebro.
En las ratas se observaron niveles más altos de estos impulsos eléctricos justo después del paro cardíaco que cuando los animales estaban sanos y despiertos. Borjin sostiene que es factible que ocurra lo mismo en el cerebro humano y que un nivel elevado de actividad cerebral y de conciencia puede ser la causa de las visiones cercanas a la muerte.
"El hecho de que se vea luz indica que la corteza visual está muy activada, y tenemos evidencia que sugiere que este podría ser el caso, porque hemos visto más oscilaciones gamma en el área del cerebro que está justo encima de la corteza visual", sostiene la investigadora.
"Hemos observado un aumento en el acoplamiento de ondas de baja frecuencia y las oscilaciones gamma, y esto es un rasgo de la conciencia visual o de la sensación visual." Sin embargo, la científica advierte que para confirmar sus hallazgos haría falta realizar más estudios con personas que hayan sobrevivido a una muerte clínica.
Consultado al respecto a este nuevo informe, Jason Braithwaite, de la Universidad de Birmingham , en Reino Unido, dijo que el fenómeno "parece ser el 'último hurra' del cerebro".
"Es una demostración muy clara de una idea que ha estado dando vueltas por mucho tiempo: ante ciertas circunstancias desconocidas y confusas -como la cercanía de la muerte- el cerebro se sobreexcita", agrega Braithwaite.

EXPERIENCIAS FASCINANTES

"Como si fuera fuego propagándose por el cerebro, la actividad puede surgir en las áreas involucradas en la experiencia consciente, dando lugar a todas las percepciones resultantes con sentimientos y emociones hiperrealistas", explica el neurocientífico.
"Una limitación es que no sabemos cuándo ocurre realmente la experiencia cercana a la muerte. Quizás es antes de que el paciente sea anestesiado, o en algún momento durante una operación, mucho antes de que se detenga el corazón. Sin embargo, para aquellos casos que pueden ocurrir cerca del momento del paro cardíaco - o después- estos nuevos hallazgos sí alimentan la idea de que el cerebro impulsa estas fascinantes y sorprendentes experiencias", matiza Braithwaite.
Por su parte, el investigador de neurociencia Chris Chambers, de la Universidad de Cardiff, cree que "es una investigación interesante y bien hecha".
"Sabemos muy poco sobre la actividad cerebral durante la muerte, y mucho menos sobre la actividad cerebral consciente. Esto abre la puerta a más estudios en humanos. Pero deberíamos ser extremadamente cautos antes de cualquier conclusión sobre las experiencias humanas cercanas a la muerte: una cosa es medir la actividad cerebral en ratas durante un paro cardíaco, y otra es vincular eso con una experiencia humana", advierte Chambers. (LA NACION)

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