A MODO DE PRESENTACION
sábado, 14 de septiembre de 2013
DE TODOS LOS FUEGOS, EL FUEGO
La razón de la sin razón:
Los diarios cordobeses informan que, si bien quedan aun algunos focos importantes,la situación parece ya controlada. Han mencionado, hasta el momento, cinco personas internadas, tres de ellos muy graves
En la “Voz del Interior” (pag.2, l2/9/13), bajo el título “La lección que queda”, Daniel Di Giusto, Decano de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Córdoba, expresa, entre otras cosas:
“La mala praxis consiste en quemar pastos secos, especulando con las primeras lluvias para que brote pasto nuevo”.
Más adelante, expresa: “Esta práctica es muy usada en la pampa húmeda, donde los registros pluviométricos no tienen comparación con nuestra región semi- arida.Entoinces, estos procedimientos son prácticamente suicidas”.
En nuestra presencia en la zona, durante los cuatro días de los más violentos incendios, los más de 25 focos detectados en lugares distantes muchos kilómetros entre uno y otro, hacía imposible que esos focos se produjeran, naturalmente, por contagio.
La opinión recogida por mí entre paisanos residentes, era totalmente coincidente. Incluso, algunos “peones” con los que pude dialogar, una vez que se aseguraron que yo, como interlocutor, era un “simple turista “sin pertenecer a ningún organismo oficial o policial, luego de pedirme “reserva” me confesaron haber participado, por orden de sus patrones – algunos radicados en Córdoba ciudad y otros terratenientes ovejeros sureños patagónicos- quienes les habían ordenado telefónicamente iniciar algunos fuegos, precisamente, para eliminar pastos secos y, con las eventuales primeras lluvias de la primavera y el verano, disponer de “pastos frescos” para alimentar las crías de sus ovejas y terneros recién nacido o por nacer.
Además, la sequía que había reducido los arroyos y vertientes a su mínima expresión, hacía que sus animales debieran migrar, en terrenos montañosos, en busca de agua, obviamente, reduciendo la calidad y peso, con la consiguiente pérdida económica.
Fuimos testigos del arribo, con helicópteros particulares, de poderosos terratenientes de la Patagonia argentina, llegados de urgencia, más preocupados por la posibilidad que los fuegos destruyeran los cascos de sus estancias, que por el daño ecológico producido.
Además, en las inaccesibles quebradas de las altas cumbres, tienen sus guaridas pumas que, de noche, atacan el ganado y luego de saciar el hambre propia y el de sus crías, “Juegan” matando, por instintito, más animales. Los mismos puesteros me comentaron, en total confidencia, que suelen provocar esos fuegos para que los pumas escapen de sus guaridas y puedan ser cazados con armas largas, cuyos cueros comercializan. Agregando, así, nuevos focos de fuego que suelen transformarse en incontrolables.
Seguramente en conocimiento de ello, Daniel Di Giusto, cuyo comentario resumimos, concluye; “El impuesto destinado al plan provincial del manejo del fuego lo pagan aquellos que viven en zonas urbanas – como la ciudad de Córdoba- donde no se producen incendios. Entonces, las autoridades deben aplicar too el peso de la ley para quienes desatan estas catástrofes ecológicas”
Con el diario en la mano, hice ese comentario y le di lectura a mis “informantes” que, riéndose socarronamente me dijeron:
”Tay errau, si muchos desas autoridades y jueces son estancieros que han ordenau prender los fuegos y dispue vienen a mandarse la parte ordenando a los bomberos que los apaguen… ademá, ¿Sabiai que los bomberos cobran sobre sueldo cuando apagan incendios?...jugá con fuego es un negocio, ¿vio don?...”
Quelevachache…”Business are business…” (negocios son negocios)
Lucho Martinez Tecco (Chamuscao pero bien)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario