Por Paula Galinsky
En un intento por agilizar el ingreso aduanero al país, a partir de hoy cambian los controles al equipaje de los pasajeros que lleguen del exterior. Desde ahora, habrá dos filas. Una para los que declaren haber traído algo de afuera y otra para los que aseguren no haber comprado nada o, por lo menos, no superar el valor de la franquicia. Entre estos últimos, volverá el semáforo. Aquellos que reciban luz verde podrán pasar por un costado. Los que se encuentren con la roja deberán someterse al escáner. Si descubren bienes no declarados, habrá multas y secuestro de la mercadería.
Los montos de las franquicias seguirán en los mismos valores. Los adultos podrán ingresar sin pagar extras con tecnología u otros objetos que cuesten hasta 300 dólares (unos 4.800 pesos) y los menores tendrán como tope los 150 dólares (2.400 pesos). El pasajero deberá llenar un formulario y precisar si tiene o no bienes adquiridos en el extranjero. En caso afirmativo, tendrá que indicar si es que supera el límite permitido por franquicia, según la resolución general 3991-E publicada ayer en el Boletín Oficial. Las familias deberán llenar una única declaración y los máximos permitidos se podrán acumular entre ellos.
Luego de retirar el equipaje de las cintas, los pasajeros deberán acomodarse al final de alguna de los dos filas según lo que hayan puesto en su formulario. “Los que declaren deberán abonar, como venía ocurriendo, el 50% del excedente mientras que aquellos que vayan por la otra fila tendrán que apretar un botón y aguardar. Si se enciende una luz verde se van a sus casas y si les toca la roja pasarán por un control no intrusivo (escáner)”, explicaron desde AFIP a Clarín.
Si bien el semáforo funciona en forma aleatoria, voceros del sector destacaron que “el porcentaje de verdes o rojos puede variar según el origen del vuelo”. En este sentido, especificaron que “hay países que requieren mayor atención por temas comerciales o de seguridad”.
Independientemente del rojo o verde, el agente aduanero “se reserva la potestad de reconducir al pasajero a los puntos de control para la revisión de su equipaje”. A su vez, en los casos en los que se constate que “el viajero posee bienes adquiridos en el exterior que exceden la franquicia sin declarar, se procederá a labrar un acta, secuestrar dichos bienes e iniciar la denuncia pertinente”, según el detalle del Boletín Oficial.
“Nuestra intención no es relajar los controles, sino facilitarle la vida a los que lleguen y evitar largas colas”, dijeron voceros de AFIP y aclararon que "por el momento, se implementará en Ezeiza, aunque la idea es extenderlo a todos los aeropuertos del país en los que se registren vuelos internacionales".
Los famosos semáforos se utilizaron entre 1994 y 2010. Fue Ricardo Echegaray, ex titular de AFIP, quien modificó la reglamentación. Lo hizo con el argumento de que la luz verde permitía eludir en forma discrecional las revisiones de equipaje de los recién llegados.
Según el economista Ariel Setton, “se está pasando de un mundo de grises a otro de blancos o negros”. “Hasta ahora la gente tendía a esconder lo que traía y sabía que si la agarraban debía pagar lo que le correspondía inicialmente. Desde hoy, el panorama cambia: se endurece la pena pero se flexibiliza el control”, remarca.
Damián Di Pace, licenciado en Comunicación y especialista en Economía, sostiene que las modificaciones en los chequeos no van a afectar la compra en el exterior de indumentaria y calzado pero sí la de tecnología. “Lo más probable es que los pasajeros se cuiden más con la electrónica y empiecen a traer productos que no superen su franquicia para evitar las multas y el secuestro de la mercadería”, afirma Di Pace. Y agrega: “Eso va a pasar al principio, hay que ver cómo evoluciona la medida. Ni bien noten que los controles no resultan tan rígidos, todo va a volver a la normalidad”.
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