Por Pablo Bizon
No pocos recuerdan con nostalgia al mítico Concorde, ese avión con aires de pájaro que por muchos años tuvo el récord de ser el más rápido de la historia de las líneas aéreas comerciales, hasta que fue retirado definitivamente, en octubre de 2003.
Esa nostalgia podría ir quedando atrás desde fines de este año, porque la empresa Boom Technology presentó el prototipo de su nuevo XB-1, un avión destinado a convertirse en el sucesor, aunque en versión superadora: mientras el Concorde duplicaba la velocidad del sonido, alcanzando una velocidad de Mach 2.0, el XB-1 llegará a Mach 2.2, equivalente a 2.716 km/h, por lo que podrá volar 2,6 veces más rápido que los vuelos comerciales actuales, llegando de Nueva York a Londres en 3 horas 15' (en lugar de las 7 hs actuales), de San Francisco a Tokio en 5h 30' (versus 11 hs hoy), o de Los Ángeles a Sidney en 6 h 45'.
El futuro es supersónico. Una imagen de la página web de Boom Technology.
Una de las claves del prototipo es la de los costos: cuando el Concorde debutó en 1973, atravesando el Atlántico en tres horas y media, se supuso que sería el inicio de una nueva etapa. Sin embargo, los altos costos de mantenimiento hicieron que la tarifa de un pasaje ida y vuelta de Londres a Nueva York llegara hasta 20.000 dólares, haciéndolo poco competitivo.
Ahora, ese pasaje podría costar alrededor de 5.000 dólares, aeguró Blake Scholl, fundador y director del proyecto “Boom”, por lo que lo definió como “el primer avión supersónico en el que la gente puede permitirse volar”. Según expertos, ese precio es “bastante competitivo” respecto a las alternativas del mercado.
Nueva York-Londres en 3h 15, en lugar de las 7hs actuales.
La clave está en los avances tecnológicos de la fibra de carbono, que permitirán un avión mucho más ágil y liviano y 30% más eficiente en combustible. Tendría solamente 40 asientos separados en dos filas.
El avión tendría una fila de asientos a cada lado.
La propuesta cuenta con un apoyo extra: el respaldo del magnate británico y fundador de Virgin Group, Richard Branson, ya que Boom firmó una colaboración de 2.000 millones de dólares con Virgin Galactic, subsidiaria de Virgin Group. “Confirmamos que vamos a proveer servicios de ingeniería, diseño y manufactura al proyecto de Boom Technology”, señaló un vocero al diario británico The Guardian. En el acuerdo figura la opción de que Branson se quede 10 aviones para su sociedad Spaceship Company.
El equipo de Boom en el hangar de la empresa en Denver, Colorado.
El XB-1 está en construcción en el hangar de Boom en el Centennial Airport, al sur de Denver, Estados Unidos, donde la compañía -fundada en 2014 para este proyecto- tiene su sede.
El XB-1 sería el sucesor del mítico Concorde.
En su sitio web, asegura que las pruebas de primer vuelo y subsónicas se llevarán a cabo allí, en tanto las pruebas supersónicas se harán a cabo en el corredor de prueba cerca de la base de la Fuerza Aérea de Edwards, en el sur de California, en asociación con Virgin Galactic. El primer protiotipo real estaría listo a fines de este año.
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