Por Roberto Vozza
En julio de 1953, la selección de fútbol de Inglaterra hacia su primera presentación en Buenos Aires. Dos años antes, en Wembley, la catedral del futbol entonces, los ingleses le ganaban a Argentina 2 a 1 en el primer enfrentamiento que registra la historia entre ambos. La actuación de nuestro combinado, pese a la derrota, fue ponderable toda vez que perdiendo 1-0 el “atómico” Mario Boyé con un soberbio cabezazo logró el transitorio empate. Despues vino el gol del triunfo para los locales, que al parecer fue en posición dudosa de su anotador.
Y alli surgió la figura del arquero argentino Miguel Angel Rugilo cuya actuación resultó memorable al evitar lo que pudo haber sido una derrota abultada de la escuadra argentina. Por eso volvió con el mote de “el león de Wembley”.
Juan Perón gobernaba el pais, y en el contexto de su politica le habia dado preeminencia al deporte. Tuvo la virtud, en ese sentido, de exponer las cualidades de los atletas argentinos frente a los extranjeros, afuera y adentro del pais.
Asi llegaron a combatir en el mítico Luna Park los campeones del mundo Sandy Sadler, Archie Moore y el japonés Yoshio Shirai que empató con Pascual Pérez. Ese resultado fue promisorio para que el mendocino no tuviera reservas de parte del nipón en aceptar su reto por el titulo ecuménico de los moscas, que el gran Pascualito le arrebató en 1954 en ese lejano pais del oriente.
Y por Perón tuvimos al notable e incomparable Juan Manuel Fangio luciendose en los grandes circuitos del mundo en las horas iniciales de la Formula 1.
Pero volvamos a esa tarde de julio de 1953. Cancha de River. Perón en las plateas preferenciales del Monumental para presenciar el choque Argentina- Inglaterra. Los visitantes se habian puesto en ventaja cuando Grillo convertirá el “gol imposible”. Recibe un pase en cortada de Cecconato, tirado a la izquierda… gambetea a dos defensores ingleses y cuando ve ligeramente adelantado al arquero Ditbborn saca un remate chanfleado. Fue tan preciso el movimiento de pierna y el sentido buscado en la dirección de la pelota que esta cruzó la mitad del arco e hizo una comba para llegar a la red. Sorpresa general y admiración por la factura de la jugada. Luego, Argentina convirtió dos goles mas para tomarse el desquite de Wembley en 1951. Hoy, la foto del gol de Grillo con la pelota entrando al arco ingles a media altura forma parte de los momentos mas emblematicos del futbol argentino.

No hay comentarios:
Publicar un comentario