Tal vez, el partido de fútbol entre Mauricio Macri y Daniel Scioli, generó la primera foto de las diversas que irritaron al Gobierno nacional, territorio donde molesta cualquier gesto de diálogo entre pares políticos
Ese cruce futbolero entre hinchas de Boca sumó temperatura pues en esos días de enero del corriente año, Cristina estaba internada en el Hospital Austral, donde le extirparon la glándula tiroides.
Daniel Scioli insistió tiempo después en el pecado de la autonomía y armó un “picado” en su casa de “Villa La Ñata” con el gremio de camioneros. Obviamente, Hugo Moyano, no se calza ya los cortos y asistió nomás, a la entrega de la copa a los ganadores.
Pero el cegetista sumó picante en el momento de la instantánea y disparó: “Es la copa de la lealtad, la Copa Gabriel Mariotto”.
Después de eso, vino la orden de la sequía de fondos para el gobernador bonaerense, con el agregado de sus menciones a 2015 y su explicitación de que cualquier sacerdote sueña con ser Papa. O sea, presidente.
Mariotto se embanderó en la crítica a la afición por las fotos y criticó que Scioli posara con artistas como Pimpinela o Ricardo Montaner, actitud que el pueblo repudiaba.
Para el vicegobernador, las fotos de la Presidenta con Roger Waters, Madonna, Ricky Martin o Naomí Campbell seguramente resultan más cercanas a la valoración popular.
Para el vicegobernador, las fotos de la Presidenta con Roger Waters, Madonna, Ricky Martin o Naomí Campbell seguramente resultan más cercanas a la valoración popular.
También Scioli se supo mostrar en eventos deportivos con Sergio Massa, hoy encumbrado en cualquier encuesta que se repase. Pero allí, el calor oficial no deja de trabajar en la proximidad con el intendente de Tigre.
Moyano sumó otras fotos molestas: Con Eduardo Duhalde, con Pablo Micheli de la opositora CTA, con Roberto Lavagna, Francisco de Narváez y el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, quien ya rompió cualquier diálogo con el Gobierno nacional.
Los radicales no perdieron ese tren y también posaron con el hoy rebelde jefe de la CGT. Pero los opositores, también expresan así, que una fotografía resulta una de las pocas armas que tienen para mostrar.
Allí están las postales y son innegables por su testimonio, de irritación al Poder nacional.
La ultima foto tomada ayer. José Manuel De la Sota recibió a Mauricio Macri en su despacho de la gobernación cordobesa, en un encuentro con numerosas implicancias políticas. Los K caminan por las paredes y ella ni les cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario