Por Roberto Eduardo Vozza
Un vecino de la ciudad de Santiago del Estero bajo el nombre de Luis Guzman, envió a la pagina web “Diario Panorama” esta foto ilustrativa de la imprudencia de estas dos personas que viajan en una motocicleta llevando insólitamente tamaña carga.
Para mas datos, no hace mucho se publicó otra en una actitud similar, donde el acompañante del conductor llevaba una puerta de madera.
La capital santiagueña está literalmente “infestada” de motocicletas. Haber llegado a adquirirlas para muchos convierte a ese rodado en una fuerte “pertenencia” por el logro conseguido.
Los negocios de venta de estos rodados estan haciendo sus pingues diferencias, y al decir de un empresario dedicado al rubro, entre otros servicios comerciales, los adquirentes de motos vehiculos son los mas responsables en abonar puntualmente las cuotas.
La independencia en la movilidad para gente de bajos recursos significa en la práctica, ademas de contar con un vehiculo en la casa, un significativo ahorro en el uso del transporte publico de pasajeros.
Por eso abundan los casos de conductores que llevan y traen de la escuela a dos y hasta tres hijos montados en el rodado.
Los operativos municipales se realizan con frecuencia, y se calcula que en los depositos de secuestros por infracciones, es incontable la cantidad de moto vehiculos en esa condición, por la que deben abonar importantes sumas de dinero para el correspondiente rescate.
Las calles de la ciudad permiten observar visiblemente la falta de educación vial y general de los conductores toda vez que circulan de contramano, utilizan las veredas para acortar distancias, violan los semáforos en rojo y los fines de semana, lo hacen en estado de ebriedad, motivo que generalmente provocan accidentes algunos de fatalidad.
En el servicio de traumatología del Hospital Regional, no alcanzan las camas para la internación de heridos por accidentes con motocicletas, por lo que muchos de ellos son derivados a otras áreas del citado nosocomio.
Como corolario de este comentario, vayan los que apuntan los lectores de Diario Panorama, ante la insolita actitud de quienes aparecen en la fotografia.
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