Por Daniel Santoro
Cuando Báez puso a sus cuatro hijos en el 2011 como dueños (beneficiarios finales, en el lenguaje técnico) de la fundación fantasma panameña Kinsky seguramente no ponderó el grave error que cometia al dejarlos como los responsables judiciales de este instrumento del manejo del dinero negro K. El informe que entregó el presidente y vicepresidente de la Unidad de Información Financiera (UIF) Mariano Federici y María Eugenia Talarico, respecticamente, golpea en ese hecho y deja a los hijos del socio de Cristina Kirchner, cerca del procesamiento y una eventual prisión preventiva, sobre todo a Martín, que ya tiene dos procesamientos y aparece como dueño de otras empresas offshore de esta teleraña de la plata negra del kirchenrismo que comienza a develarse. El hecho más revelante es que los hijos aparecen dándole órdenes a Helvetic Services Group, lo que reabre el debate sobre quién es el verdadero dueño de esa empresa fiduciaria suiza. Quizás ahora el dueño del 33% de las acciones de Helvetic y prófugo de la justicia argentina, Néstor Ramos, deje de tomar sol y andar en bicicleta por el cantón suizo de Ticino.
Llama la atención el nombre de la fundación trucha: Kinsky igual que Klaus Kinsky el genial actor alemán de la película “Aguirre, la ira de Dios”. Se trata de la misma fundación que la diputada Graciela Ocaña había entregado a Casanello en un informe no oficial de Suiza y sin el nombre de Kinsky al igual que los nombres de los Báez que estaban reemplazados por iniciales. El año pasado, luego de la protección política y judicial del gobierno de Cristina Kirchner, la justicia suiza había desbloqueado esa cuenta y devuelto 22 millones de dólares a Báez. Pero no importa. Ahora la clave es conseguir los extractos bancarios de la cuenta de la fundación Kinsky en el banco Safra de Ginebra. De allí se ampliaría a otras personajes clave esta red de plata negra.
Por ejemplo, una de las offshore nombradas por la UIF se llama Wodson International -fue usada para la repatriación de 33 millones de dólares- y fue nombrada ante la Inspección General de Justicia (IGJ), por Helvetic como su mayor activo, con 14,4 millones de dólares.
La UIF dice que el origen de los datos es “información de inteligencia” aunque los datos solo pueden provenir de Suiza, país con el cual Casanello y Marijuan reiniciaron el mes pasado un proceso de cooperación judicial que ahora continuará con el envío de exhortos judiciales a través de la cancillerías. El informe habla de un total de 25 millones de dólares pero en la repatriación y blanqueo de 2012 -por el cual ya está procesado Báez- se trajeron 33 millones para depositar, ya en blanco, en la cuenta del fideicomiso que Leonardo Fariña creó en el banco Nacion para Austral. Falta, entonces, averiguar de dónde vinieron los 8 millones faltantes. El fiscal Marijuán sospecha desde que el Banco Nación se sacó plata para comprar las estancias y otros inmuebles, como etapa final del proceso de blanqueo.
Otro eje del informe es que todos los movimientos son de fines del 2011, cuando ya le habían comprado mediante presiones La Rosadita a Federico Elaskar y había tomado el control, Pérez Gadín, quien queda mucho más expuesto como “cerebro” de esta fase de la ruta del dinero K. Según fuentes judicales, la cuenta de la offshore Tyndall sería en la cual los Báez les pagaban sus servicios a Pérez Gadín y Chueco. Otra dato confirmado nuevo es el rol del estudio jurídico-contable del presidente de Peñarol de Montevideo, Pedro Damiani, quien amenazó a Clarín con hacerle un juicio por las investigaciones que revelaron su rol en el 2013. Además, aparece un desconocido socio: Juan Ramón Hernández Menthol. Damiani era el principal cliente del estudio Mossack Fonseca, metido en el escándalo Panama Papers.
Por el informe de la UIF se descubrieron en total cinco cuentas bancarias en Suiza y Liechtenstein. Suiza está siendo un instrumento clave en la búsqueda de cuentas de funcionarios brasileños por el caso de Petrobras y podría también cumplir este rol en la ruta del dinero K. Y tiene información de otras cuentas. Si se respetan las reglas de confidencialidad de la cooperación también llegarán más datos.
La UIF pidió a Casanello enviar tambíen un exhorto a Liechtenstein. Ese pequeño país había bloqueado en el 2006 una cuenta de Austral con 10 millones de dólares, que había preocupado a Néstor Kirchner. Una empresa recién creada en el 2003 había girado ese plata y una jueza bloqueó ese dinero. Luego de un acuerdo con “inversores británicos”, se desbloqueó la cuenta. La réplica local era una causa que tenía el juez federal Julián Ercolini, quien archivó el caso. Cuando la Cámara Federal ordene, la semana que viene, a Casanello ir “por arriba” de Báez, tendrá que investigar otros hechos de lavados anteriores a la muerte de Kirchner en octubre del 2010 como éste si quiere tener éxito. Y llamar indagatoriar al financista y ex dueño Invernest, Ernesto Clarens. Entonces, sí la pirámide de los jefes no terminará en Báez.
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