A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 22 de marzo de 2017

EL ARGENTINO QUE LE VENDE HELICÓPTEROS AL MUNDO


Sin saber qué eran, Augusto Cicaré vio helicópteros por primera vez cuando tenía cuatro años y se enamoró. En todas las entrevistas cuenta la misma anécdota sobre la revista Mecánica Popular, como agradecido al momento en que se cruzó con la publicación que marcaría el destino de su vida. “Tomé una revista de esas y veo la primera experiencia que estaba haciendo Sirkosky… Cuando leí que el helicóptero podía hacer vuelo estacionario, aterrizar en un lugar en inaccesible, que servía para salvar gente, entonces me enamoré”, dice.
Igor Sirkosky, nacido en Kiev en 1899 y exiliado en los Estados Unidos desde la revolución rusa de 1917, fue el primer constructor de helicópteros en serie. Para Cicaré fue la brújula. Desde el instante que vio aquellos artefactos con hélices que flotaban en el aire, se propuso fabricar uno.
Nacido hace 79 años en Polvaredas, Saladillo, a pocos kilómetros de donde hoy se erige su taller, Cicaré, que prefiere ser llamado “creador” antes que “inventor”, es el mayor de cinco hermanos y a los 11 tuvo que hacerse cargo de la familia, luego de que su padre se enfermó.
Para ese entonces, Pirincho estudiaba medio día en la escuela y luego ayudaba a un tío que tenía una tornería. “Cuando se iba de viaje me quedaba a cargo, me acuerdo que tenía que subirme a la caja de herramientas para llegar al torno”, recuerda. “Ya pensando que un día iba a ser un helicóptero, y sabiendo que para la mayor parte de las piezas se necesita un helicóptero, aprendí a hacer distintos trabajos en el taller”, dice.
Al quedar su padre incapacitado para seguir trabajando, su madre le dijo que iba a tener que ponerse a trabajar en el campo para mantener a la familia. Su tío, por otro lado, había sido contratado por la empresa SIAM, y Cicaré vio ahí la oportunidad: le propuso a su madre que le comprara un torno y le aseguró que se haría cargo del negocio de su tío. “Ya tenía la clientela, la gente me conocía porque muchos trabajos los hacía yo”, explica.
Para la fabricación del primer prototipo, Cicaré utilizó, entre otros materiales que poco tenían que ver con la aeronáutica, barrotes de las antiguas camas de hierro. “Lo hacía así, o no hacía nada”, sostiene. Y recuerda que a ese primer ejemplar le faltó potencia pero llegó a despegarse del suelo. En aquel momento, tenía 21 años. Poco después, hizo la versión mejorada, el CH-1, el primer helicóptero diseñado y fabricado en América Latina.
Al enterarse de que había un argentino fabricando helicópteros en Polvaredas, el presidente Arturo Umberto Illia lo mandó a buscar. Poco tiempo después, Cicaré estaba trabajando en la fábrica militar de aviones en el proyecto de un helicóptero nacional. Con el golpe de 1966, debió regresar a sus pagos y el plan quedó trunco.

Así es que Cicaré continuó el desarrollo de la empresa por su cuenta en Saladillo, junto a su familia. Los tres hijos que tuvo con Isabel Ponce, su esposa, trabajan en la compañía. Se trata de Fernandom director y CEO; Juan Manuel, ingeniero agrónomo, y Alfonso. Desde 2010 exporta ejemplares ultralivianos a Europa, Australia, Medio Oriente, Taiwán y China. Son los únicos productores de este tipo de máquinas en Latinoamérica.

En 2015, antes de las elecciones, Mauricio Macri visitó el taller y se comprometió, si llegaba a la presidencia, a impulsar el emprendimiento. La empresa proyecta construir un nuevo hangar y duplicar la producción a 80 unidades por año con apoyo de BICE y Fondear.

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