A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

sábado, 4 de marzo de 2017

MERCADO DEL PLATA: ¿UNA MUERTE ANUNCIADA?


Por Jorge Iribarne, arquitecto
Versiones alarmantes advierten sobre la posibilidad de que una de las obras más notables de la arquitectura argentina de los años 50 sea demolida o alterada de manera significativa. Se trata del Mercado del Plata, con majestuosos 100 metros de fachada sobre la Avenida 9 de Julio, proyectado por los arquitectos Crivelli y Heinzmann en 1948 y finalizado en 1961. Sumado al Teatro General San Martín, de Mario Roberto Alvarez y Macedonio Oscar Ruiz; y al Edificio Movimiento de Correos y Telecomunicaciones de Gaido, Gallardo, Paez y Rossi, ambos de la misma década, integra el conjunto de grandes construcciones de arquitectura pública, exponentes de una visión optimista de la modernidad.
El mercado de la planta baja fue rápidamente abandonado y los depósitos y cámaras frigoríficas de los subsuelos se transformaron en tristes tumbas de expedientes. Como arquitectos, trajinamos durante años sus pasillos y quizás la costumbre o las horas pasadas tras un trámite fugitivo, nos privaron de admirarlo como merece.
En Buenos Aires son muchas las construcciones que tienen distintos grados de protección patrimonial, producto en algunos casos de su vejez más que de su calidad arquitectónica. Cuesta creer que una obra de este nivel no haya sido incluida en el Catálogo. La Mesa de Trabajo integrada por CPIC, CPAU, CAI y SCA, todas entidades de arquitectos e ingenieros, envió en diciembre 2016 una nota al Sr. Jefe de Gobierno de la CABA solicitando el dictado de las normas de protección del edificio, que fue comprado subasta por la desarrolladora IRSA en más de 68 millones de dólares en abril del año pasado.
La historia de esta omisión pertenece a la categoría tragicomedia. En 2012 la Comisión de Patrimonio de la Legislatura presentó una lista con las obras modernas a preservar, en la que aparecía el Mercado del Plata. En octubre de 2014 se lo desestimó por “carecer de valores patrimoniales o que su estado no ameritara catalogación”. Para garantizar la integridad del Mercado del Plata se debe conservar la volumetría, que responde simultáneamente a la escala monumental de la Avenida 9 de Julio y a la peatonal del Pasaje Carabelas; y el diseño de sus fachadas, que admiten reemplazar carpinterías y parasoles por piezas iguales de tecnología y materiales contemporáneos.
Los espacios interiores carecen de interés y sin duda se debe modificar la planta baja, ocupada por una pobre sucursal del Banco Ciudad; y restituir la imponente marquesina de hierro y madera, que daba escala y protección a la vereda sobre la avenida. Los valiosos murales cerámicos de los accesos sobre Sarmiento y Perón, el primero de Fernández Muro, pueden ser recuperados e instalados en las nuevas áreas de ingreso o en otro edificio.
Como podría cantar un tango, el Mercado del Plata luce cerrado, sucio y abandonado, pero todavía intacto. Esperemos que no sea el prólogo de una muerte anunciada.
Mientras tanto, el Edificio Movimiento de Correos y Telecomunicaciones, construido entre 1949 y 1954 sobre la Av. Ramón Castillo, espera su destino. Es probable que su poco prestigiosa localización, en el acceso al Puerto, lo haya privado de merecido reconocimiento y también, seguramente, de la piqueta. Una placa esbelta, con una fachada vidriada, otra con revestimiento de azulejos turquesa y un interesante sistema de escaleras, se contraponen a un volumen bajo de estacionamiento con piso continuo en rampa. Las instalaciones se desactivaron hace décadas y fue comprado con destino a oficinas, propósito seguramente abandonado por el avance incontenible de la Villa 31. Hoy alberga depósitos y una concesionaria de autos en planta baja.
Dos noticias recientes permitirían imaginar un futuro mejor: 1. El concurso del GCBA para localizar un Polo Educativo y el Ministerio de Educación, en un predio de escasas dimensiones sin acceso directo a la Avenida R. Castillo, aprisionado entre la Villa 31 y la fracción de YPF donde se construirán –sin concurso- parte de las viviendas que se deban relocalizar para urbanizarla.
2. La intención del Ingeniero Eduardo Costantini de construir, en proximidad de la Parada Saldías, en el área de la Villa 31, un anexo del MALBA destinado al arte contemporáneo y talleres, que sin duda cumplirá un rol equivalente de integración y recuperación social al de las Bibliotecas Públicas en Medellín. En tren de imaginar, la rampa continua del estacionamiento podría brindar un área de exposiciones equivalente –salvando el genio de Frank Lloyd Wright y la magia de su espacio central– al del Museo Guggenheim en Nueva York.

Museo o ministerio, es seguro que comprar y recuperar el edificio es mas económico que construir uno nuevo -por su calidad y baja incidencia de la tierra- y restituiría un ícono de la arquitectura argentina al lugar que le corresponde.

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